Tras esta pausa de Semana Santa es muy posible que hayas tomado alguna decisión importante a la hora de hacer más competitivo tu despacho. Tomar la decisión de ser tu propio jefe no es sencilla, debe hacerse desde un planteamiento realista de ingresos y gastos.
Pero, si te va bien y puedes crecer es el momento que puedas pensar encontrar otros socios que te ayuden a multiplicar la eficiencia del bufete. En esta disyuntiva, es clave saber con quién vas a hacer negocio. Por eso, compartir asuntos durante un tiempo puede ser la solución de cara a luego consagrar ese “matrimonio empresarial”.
Abrir el despacho a otros socios supone también multiplicar las vías de negocio. En este contexto tienes dos opciones a las que puedes dar salida. En primer lugar, encontrar otros abogados que hagan lo que tu haces. Eso hará que tu firma se refuerce en la especialización de un nicho de mercado. Hoy en día este tipo de despachos proliferan porque son buenos en una práctica y conocen muy bien el negocio del cliente.
La otra solución que te queda es abrir la firma a otras disciplinas jurídicas. En este caso el trabajo es complementario al tuyo, aunque hoy en día muchas de las actividades relacionadas con una empresa tienen un enfoque transversal. En un despacho mercantil contar con especialistas en fiscal, concursal o laboral parece lógico de cara a dar ese servicio integral que el cliente demanda.
Lo fundamental de estas experiencias es encontrar con los socios adecuados. En un país en el que no faltan abogados. Una ciudad como Madrid tiene tantos abogados como Francia y Alemania juntos, será fundamental en esa relación profesional saber gestionar los egos de cada experto. La empatía y la forma de ver el negocio será clave para después de un tiempo compartiendo asuntos, tal y como antes señalamos, se consume esa integración de expertos.
En este tipo de relaciones resulta fundamental poner por escrito lo que va a hacer cada uno. Es la mejor manera que no existan sorpresas de ningún tipo entre los socios. El documento llamado Pacto de Socios es muy útil para definir la relación existente entre los socios actuales como puede ser el marco en el que definir qué pasará en la empresa cuando entren nuevos asociados.
Se pueden incluir diferentes cláusulas lo importante es que sea el escenario que proteja esa relación profesional. Algunas de las cuestiones que puede configurar dicho Pacto de Socios tiene que ver con cómo se administra la sociedad y que órganos hay. Cómo se toman las decisiones y se gestiona el despacho en el día a día. Si existen o no derecho a veto en determinadas situaciones o el capítulo de la transmisión de las acciones tanto a los socios fundadores como incluso a terceros.
Lo importante del crecimiento de tu firma es que se haga de una forma racional y escalonada. Huye del pelotazo o de querer ganar dinero rápido. Progresar siempre se hace de forma racional y pausada, con unos objetivos claros y unos socios responsables. Todo lo demás es complicarse la vida y meterse en un callejón sin salida.
Ser competitivo supone tener el tamaño adecuado para que el cliente esté satisfecho y se responda a sus expectativas. Frente a las grandes estructuras jurídicas, las firmas medias y las boutiques legales se han consolidado como alternativas. Son buenos en lo que hacen y tienen la dimensión adecuada para atender a sus clientes. Si en este contexto le añades una buena tecnología de gestión tu firma puede competir con cualquiera otra.
Crece con cabeza. No te cierres al progreso. Es posible que en LexGoApp encuentres algún socio que te ayude a proyectar tu despacho en el futuro.
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Cordiales saludos,
Periodista y Emprendedor Jurídico
