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Abogado, ¡cuídate! Y mejora personal y profesionalmente // Paula Fernández-Ochoa

By 16th julio 2018 No Comments

Entrevista a Paula Fernández-Ochoa, socia de +MoreThanLaw, consultora de Mkt Jurídico y Marca Personal en entornos de alta competición, fundadora de @VivircorRiendo y miembro del Comité de Bienestar del Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA)

Abogado, ¡cuídate! Y mejora personal y profesionalmente

El ejercicio de la abogacía es (o debería ser) vocacional y, por tanto, podemos hablar de la pasión y sensación de realización tanto personal como profesional que conlleva su desempeño. No obstante, su ejercicio implica un altísimo nivel de exigencia, sacrificio y largas jornadas laborales lo que, lamentablemente, dista mucho del tan ansiado concepto de “calidad de vida”. 

La vorágine del día a día en el sector legal está desembocando cada vez más en graves problemas de salud (estrés, adicciones, ansiedad, etc.) que derivan en muchos casos en bajas por depresión, absentismo y, en definitiva, merma en la productividad. Por tanto, ante esta realidad que ha comenzado a medirse en términos económicos, la abogacía tiene la imperiosa necesidad de convertir sus organizaciones en Despachos Saludables, diseñando e implementando Programas de Bienestar liderados a cargo de responsables internos o externos (“Chief Happiness”, “FeelGood Manager” o “Health & Environment Manager”, por ejemplo).

Los programas saludables se están focalizando principalmente en tres aspectos y con las siguientes acciones: 

  • Deporte: instalaciones propias, acceso a clínicas médicas y centros de fitness, patrocinio de eventos deportivos, club de running, etc.
  • Nutrición: asesoramiento nutricional, vending de comida saludable, control de sobrepeso, etc., 
  • Descanso reparador o bienestar mental: talleres de mindfulness, gestión del estrés, espacios abiertos, etc.

Y, por lo general, no son medidas aisladas, sino que van acompañadas de otras relativas a la responsabilidad social, conciliación, o diversidad, por ejemplo, todas en aras a una mayor productividad, atracción y retención del talento (profesionales embajadores de marca), reducción del absentismo, mejora del clima laboral y refuerzo de valores corporativos, etc., lo que tiene impacto positivo en el negocio y en la imagen interna y externa de marca. Algunas cifras y fuentes relevantes que corroboran el beneficio que supone para los Despachos son:

  • Por cada dólar invertido en fomentar el deporte en los trabajadores, el ahorro es de 4 dólares en costes médicos y 3 en absentismo laboral (Fte: Estudio Universidad de Harvard)
  • La productividad de una empresa con trabajadores felices puede aumentar una media del 31% y su mejora en la salud puede alcanzar hasta un 21% (Fte: Universidad de Navarra (“la felicidad productiva”)
  • Las compañías que ofrecen programas de bienestar consiguen que el nivel de compromiso de los empleados sea del 88%, la lealtad a sus equipos aumente al 84%, el disfrute de sus tareas ascienda hasta el 83% y el 84% de los trabajadores recomiende su empresa como un buen lugar para trabajar (Fte: Limeade Institute)

En esta línea y conscientes de que los problemas de salud mental del sector legal generan unos costes personales y profesionales muy elevados, se ha creado recientemente en España el Instituto de Salud Mental de la Abogacía (ISMA), del que soy miembro de su Comité de Bienestar, con el objetivo de, entre otros, diagnosticar problemas, identificar factores de riesgo e implementar políticas de bienestar en los despachos, colegios profesionales, Administración de Justicia y facultades de Derecho.

Y si bien abogo por la necesidad de que los Despachos adopten este tipo de Programas y den herramientas a los profesionales para mejorar su salud, creo sin duda que éstos deben coger las riendas de este tema y cuidarse. Los abogados deben luchar por mejorar técnicamente en su profesión pero no por encima de su bienestar mental y físico ya que, a medio/largo plazo, lo menos grave que conseguirán será la merma en su rendimiento. 

El deporte, la buena nutrición y un descanso reparador nos aportan el equilibrio necesario para poder alcanzar un estado de bienestar y calidad de vida.

Por un lado, su práctica conlleva beneficios físicos (mejora el sistema cardio-circulatorio e inmunológico, regenera la masa muscular, reduce el riesgo de osteoporosis, etc.), mentales y anímicos (mejora el funcionamiento intelectual, alivia el estrés, aumenta la autoestima, sensación de fortaleza y libertad, relativiza problemas y desde la serenidad nos centra en el aquí y ahora, etc.). 

Por otro, nos permite extrapolar valores a la práctica profesional y así reforzar la capacidad de superación, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la gestión del tiempo y planificación, entre otros. Y, todo ello, nos ayuda esculpir la persona que somos y poder alcanzar nuestra mejor versión desde una base sólida como pilar para nuestra excelencia en el trabajo. 

Por tanto, sobrevolando la etiqueta del bienestar hay una forma de vida equilibrada que nos permite ser la mejor versión de nosotros mismos y que tiene un impacto positivo no sólo a nivel individual sino también en nuestras familias, amistades, clientes y equipos. ¡Cuídate y mejora personal y profesionalmente!

 

Paula Fernández-Ochoa, instagram @vivircorriendo , twitter @vivircorriendo_

Por @LuisjaSanchez Periodista jurídico.

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