Conocido en el sector jurídico por su proyecto de Términos y condiciones, Jorge Morell, encabeza ahora Legaltechies https://legaltechies.es/ una iniciativa que pretende desde ese blog visualizar y ser punto de encuentro de las iniciativas en legaltech que existen en nuestro país. Después de un año de estudio esta iniciativa ya está operativa y visible en Internet.
Nuestro interlocutor Jorge Morell Ramos es licenciado en Derecho por la UIB, especializado en Derecho de Internet para la Empresa por la UOC-UIB y Master en Contratación Pública por Deusto. Encabeza el proyecto Términos y Condiciones en sus diferentes áreas desde el presta asesoramiento jurídico a diferentes empresas: Servicios Jurídicos, Blog y Legal LAB.
Morell, un adelantado a su tiempo, siempre ha visto que la tecnología es un elemento clave del desarrollo de cualquier empresa. A lo largo de esta conversación, charlamos sobre el impacto de esas herramientas tecnológicas en la abogacía. Y, al mismo tiempo, explica cómo se está desarrollando el movimiento legaltech en España.
¿Este momento de transformación digital, como cree que le está afectando al abogado?
Debería afectarle más. Aún vemos en algunos despachos de abogados poco movimiento. Han creado una web estática y creen que ya han hecho todo el trabajo.
El proceso de transformación digital que va a asumir cualquier sector cuenta con cierta resistencia en la abogacía que nunca fue pro tecnología si revisamos los últimos años. Parece incluso que pensaran que no les va a afectar en ningún sentido.
La abogacía de los negocios ha avanzado en lo que es el marketing jurídico, con lo que se ha trabajado más la web y blog de la firma. Pero a nivel de herramientas tecnológicas que puedan ayudar a ser más eficientes aún hay un camino que recorrer.
Frente al movimiento de las grandes firmas legales en desarrollar alguna de estas herramientas, los despachos unipersonales, la gran mayoría del sector aún no están convencidos de que tengan que dar ese paso. Aquí hay más trabajo por hacer.
Usted puso en marcha con otros abogados el pasado mes de mayo el I Congreso Internacional de Legaltech y Startup jurídicas, ¿Con qué se queda de ese evento al final?
Un Congreso que respondió a las expectativas previstas. Uno de los primeros eventos donde la comunidad legaltech española se visibilizó. El nivel de interés de las ponencias fue bastante notable siempre desde un punto de vista práctico.
Logramos reunir en diferentes mesas redondas despachos unipersonales y de gran calado todos preocupados por la aplicación de la tecnología al negocio jurídico. Allí el abogado Carlos Guerrero anunció la creación de la Asociación Española de Legaltech y fue un foro de Networking e intercambio de conocimiento.
¿Cómo se está desarrollando el movimiento legaltech en nuestro país?
Los antecedentes a nivel mundial hay que verlos hace siete u ocho años, en plena crisis económica, el momento en el que más repunta este entorno tecnológico. Frente al servicio legal de siempre, con un precio elevado, se sitúa la tecnología por y para abogados.
Primero se llama legal tecnology hasta que hace poco se acuña el término Legaltech. Los primeros usos de esta herramienta se han centrado en la contratación de cara revisar miles de contratos. Al mismo tiempo en procesos de due dilligence también se utiliza.
En España hemos logrado diseñar el mapa de las actividades de Legaltech. Hay un centenar de iniciativas detectadas. Ciudades como Pamplona, Madrid o Valencia lideran esta práctica. Hay servicios tanto para el consumidor final como para bufetes de abogados de diferente tamaño.
¿Hay una nueva forma de ejercer la abogacía derivado de este cambio digital?
Es evidente que algo va a afectar. Lo primero que hay que decir es que no creo que el abogado desaparezca de este entorno digital. Es una visión apocalíptica que no comparto.
“La tecnología legaltech va a crecer para aumentar al abogado sus capacidades más eficientes en cuestiones que le resulten más rutinarias. Gracias a ella va a ahorrar mucho tiempo que podrá invertir en otro contexto”.
También ayudará a tomar mejores decisiones con la información que se consiga de esas herramientas. Ya existen herramientas predictivas que señalan el tiempo que tarda un tribunal en decidir e incluso en el futuro se podrá conocer la probabilidad de ese fallo.
Da la sensación que hemos pasado de las bases de datos a las herramientas predictivas que muchas editoriales jurídicas impulsan….
Cualquier herramienta predictiva necesita datos e información de calidad que puedas analizar. Históricamente este tipo de información estructurada la encontramos en las bases de datos jurídicas en manos de grandes editoriales.
Por eso no es de extrañar el movimiento que estamos viendo. Ya cuentan con el material de partida y ahora se trata de poner otro tipo de recursos que les permita explotar en diferentes sentidos.
¿Se puede estar al margen de este proceso digital que aglutina a todas las empresas como dicen algunos abogados?
Creo que no y es una temeridad. Aquellos abogados que piensen que esto del cambio digital no va con ellos lo van a tener un poco más difícil. Se corre el riesgo a medio plazo de no ser competitivo con otras firmas de tu especialidad y tamaño.
La aparición de plataformas legales de servicios online son cada vez más frecuentes y ya son competidores en determinados despachos dirigidos al consumidor final. Junto a ello ya existen algunas firmas pequeñas que van incorporado determinadas herramientas que les ayuda a hacer mejor su trabajo.
Plataformas legales dirigidas sobre todo al consumidor final…
Es el inicio de la tecnología legaltech, centrarse en ofrecer soluciones al consumidor final y servir de apoyo a algunos despachos abogados. Este tipo de herramientas si el despacho tiene un volumen importante le puede salir rentable dicha adquisición.
Aquí se abre un debate sobre si el consumidor podrá asumir toda esta demanda que ya está apareciendo desde estas plataformas legales. Eso pasa por que sea consciente de la utilidad de dichas herramientas, en algunos casos más económicas que un abogado cualquiera.
A medio plazo parece lógico pensar que la tecnología legaltech se centrará en la empresa y sobre todo en la estructura jurídica más grande para que ésta sea más eficiente. En el caso de LexGoAPP parece claro que es una plataforma de intermediación entre abogados, uno de los nichos más emergentes en estos momentos.
¿Cómo se van a beneficiar los despachos de abogados de este cambio tecnológico?
Lo primero que tienen que hacer es asumirlo y darse cuenta de la situación. Luego parece evidente que las distancias entre firmas pequeñas y despachos grandes van a disminuir.
Los despachos serán más eficientes a la hora de mejorar su gestión interna y, al mismo tiempo, esta situación repercutirá en los propios clientes que se beneficiarán de un mejor servicio.
En este escenario parece claro que las boutiques legales especializadas en un nicho de mercado con una estructura interna clara y un uso de la tecnología notable pueden estar a la altura de cualquier despacho convencional que no apueste claramente por la innovación.
A medio plazo, parece entonces que junto con el modelo tradicional de abogados habrá otro impulsado desde la tecnología Legaltech…
Se observa, en efecto, una fractura digital grande entre estos dos modelos de concebir el negocio de la abogacía. Al final la competitividad se gana por ser más eficiente y tener los mejores recursos, humanos y tecnológicos.
“Vamos a ver abogados unipersonales y despachos pequeños que serán muy eficientes. Habrá otros más rezagados y que el coste de no acceder a la tecnología les va a generar ser menos productivos y rentables”.
En este contexto el papel de los Colegios de Abogados debería ayudar a conocer al abogado ese entorno digital. La parte formativa será fundamental para que los letrados pierdan miedo al entorno tic y al mismo tiempo veremos cómo ofrecen servicios online a sus propios colegiados.
Gracias a @LuisjaSánchez por esta gran entrevista, Periodista jurídico y Emprendedor Digital.