Miquel Fortuny lleva 25 años de ejercicio profesional, de ellos los últimos veinte en el mundo penal. “Los últimos diez años centrados en el mundo del compliance”, aclara. Nadie mejor que este jurista para profundizar en la figura del compliance officer y conocer la claves para hacer un desempeño correcto de esta actividad.
Este abogado lidera Fortuny Legal, una boutique de especialistas en Compliance y Defensa Penal Corporativa con oficinas en Barcelona, Madrid y Sabadell que entiende que las corporaciones son realidades complejas y dinámicas y por eso articulamos nuestra forma de entender el Compliance en torno a tres pilares fundamentales:
Prevención
“Desde Fortuny Legal articulamos un CMS (Compliance Management System) en base a un profundo y riguroso análisis de los riesgos de incumplimiento en la cadena de valor de nuestros clientes, incluida la cadena de suministro.
Formamos parte de la Comisión de expertos que traspone la ISO 37301 de CMS, así como de la Junta Directiva de la Asociación de Profesionales de Cumplimiento Normativo (Cumplen)”, comenta.
Reacción
Cuando ha fallado la prevención, aportamos a nuestros clientes toda nuestra experiencia en litigación para su defensa más efectiva, conscientes de todos los ángulos que inciden en la eficacia procesal de los planes de cumplimiento.
Además, nuestra amplia experiencia en litigación (defensa penal corporativa y delitos económicos, Derecho Civil-Mercantil-Arbitraje y Derecho Administrativo y Contencioso Administrativo) nos ha permitido articular algunos de los sistemas de protección más robustos del mercado.
Formación
“Nuestra aproximación transversal y prácticamente holística al Compliance nos empujó a desarrollar hace años una línea formativa que permitiera la generación de cultura del cumplimiento en el seno de las corporaciones.
Ninguna empresa puede ser mejor que los profesionales que la componen y de ahí la importancia de contar con un capital humano alineado con los objetivos de la empresa, también en el campo del cumplimiento”, comenta.
Al final, destaca que “somos firmes defensores de la función del Compliance en el seno de las organizaciones como instrumento no solo para la prevención y protección frente a la comisión de ilícitos e irregularidades, sino además como garante de la reputación corporativa en toda la cadena de valor”.
La importancia del compliance
Sobre la importancia del compliance, Fortuny señala que “el Estado se ha dado cuenta, solo puede prevenir delitos si las empresas colaboran y ponen de su parte. No puede prevenir todos los delitos empresariales, por eso pide su colaboración y les da una zanahoria, a cambio de que es la eximente de responsabilidad criminal”.
“Esto supone que si hay un delito se puede considerar que es un accidente, no debe responder como empresa sino solo la persona humana que lo haya cometido”.
Para este jurista “Hoy en día el compliance se lo debe todo en España al compliance penal. Si no lo hubieran metido por lo penal, no tendría esa madurez que tiene en estos momentos. Ahí la reforma penal para que las empresas respondieran criminalmente cuando cometen delitos sus empleados fue clave”
Al mismo tiempo señala que “desde esta perspectiva el compliance se ha extendido. Se ha hecho transversal en distintas subespecialidades, esto hace que el compliance officer también lo sea, depende del tamaño de la empresa. Si hablamos de pymes, este profesional puede asumir su función transversal de todos sus riesgos”.
“Pero si la compañía es más grande o es una empresa cotizada, lo normal es que se apoye en otros especialistas en cada materia por la propia complejidad de la empresa. Eso hace que pueda contar con un comité de ética o compliance para poder llevar a cabo su función profesional”, aclara.
Cuando le preguntamos dónde está la clave para hacer bien ese trabajo de cumplimiento normativo, Fortuny señala que “influyen muchos factores que confluyen en el tiempo”.
“En primer lugar tiene que estar actualizado a nivel legislativo y regulatorio. Estar al día de las novedades que vayan surgiendo a este nivel”.
Al mismo tiempo, “debe ser una persona con autoridad y competencias, tiene que tener conocimiento de la materia para ejercer el cargo y ser una persona que tenga esa autoridad para que se oigan sus opiniones en el seno de la empresa”.
Una tercera clave que Fortuny destaca es el liderazgo “Una persona con perfil proactivo y de saber liderar ese departamento. Al final lo que tiene que hacer es impulsar el compliance en la empresa de manera real”.
Junto con ello “es fundamental que cuente con una mínima independencia, en el sentido que no debería estar sujeto a presiones. Debe ser capaz de ser objetivo e independiente en la toma de decisiones”.
A este respecto, señala que “es fundamental que la compañía para la que trabaja le dé los recursos adecuados para que pueda desempeñar su trabajo con eficacia, tanto económicos como materiales.
Para este experto, “todos estos elementos ayudan a que el compliance officer realice su cometido de forma profesional”.
Ir por delante de los acontecimientos
Fortuny es consciente que estos profesionales deben ir por delante de los acontecimientos y evitar que esos incumplimientos normativos sucedan en sus organizaciones.
“Junto a ello tiene una labor detectiva, en caso que no haya tenido la eficacia de prevenir esa irregularidad , tendría que tener los mecanismos, desde auditorías, investigaciones internas u otros que le debe ayudar a detectar esos incumplimientos que no ha podido prevenir”.
A este respecto, este experto señala que “también la gestión del canal de denuncias interno de la empresa ayuda a ese cometido de detectar las conductas irregulares así como realizar revisiones del modelo de compliance periódicamente”.
A su juicio, el paralelismo entre el compliance officer y el médico es evidente “ se trata de detectar la enfermedad a tiempo para evitar que sea un problema grave para tu organismo”.
Respecto a la gestión del canal de denuncias, este penalista nos indica que “se deben gestionar las denuncias con sentido común y con verosimilitud. No hacer caso a todas las denuncias sino aquellas que sean reales y creíbles”.
Esto supone que “hay que investigarlas bien. Si no tienes esa capacidad puedes pedir que se investiguen de manera externa y que otro sea el que determine los hechos. También se puede delegar en otro departamento como es el de auditoría interna”.
En su opinión “esta actividad puede complicarse si los denunciados son la capa directiva de la propia empresa. Este tipo de investigaciones en este tipo de situaciones pueden estar sujetas a presiones que va a tener el propio compliance officer. Al mismo tiempo habrá que estar al tanto de la repercusión de dicha investigación tanto a nivel interno como mediático, por eso se externalizan muchas”.
Sobre este profesional, “está claro que el compliance officer es difícil de entender para la empresa lo que hace. Eso puede hacer que no se sepa lo que hace y, por tanto, donde se le ubica. Todavía hay muchas empresas que no saben qué utilidad tiene”.
A este respecto, señala Fortuny que “es importante que este profesional, junto a lo que ya hemos comentado de habilidades, tenga dotes comunicativas para concienciar y sensibilizar. Ese liderazgo se tiene que traducir en dotes comunicativas, sobre todo de persuasión para sensibilizar a la compañía de que cualquier cuestión irregular puede afectar a la sostenibilidad del negocio un incumplimiento normativo concreto”.
Conocer bien el sector de actividad y sus riesgos
En cuanto a su versatilidad para cambiar de una empresa a otra, incluso de sector, este jurista aclara que “se ve con frecuencia. Lo importante es que conozca el sector donde va a operar, pero puede complementarse con otros profesionales en el Comité de Cumplimiento que le den la visión del sector que no tiene.”
Al final, se trata de “conocer los riesgos, los procesos, pero no es lo mismo gestionar un periódico que un hospital desde el punto de vista del cumplimiento normativo”.
En este escenario, el apoyo de la tecnología es clave, “es un complemento bastante necesario, sobre todo cuando el compliance está maduro. Si quieres que el compliance en tu organización avance vas a necesitar tecnología de apoyo. Se trata de contar con desarrollos de indicadores, big data que ayudan a trabajar de forma más eficiente y con más seguridad”.
Con la tecnología “los resultados de nuestro trabajo como compliance officer se soportan en base a datos objetivos y fiables frente a nuestro consejo de administración, lo que da solidez a nuestro trabajo”.
Respecto a la relación laboral de estos profesionales con su empresa, Fortuny destaca que cuanto más blindado esté menos presiones tendrá en el ejercicio de su cargo. Hay que establecer un contrato o estatuto que defina el perfil, las responsabilidades y sus funciones. Si no se define puede parecer que asume todos los riesgos y responsabilidad de ese delito”.
“No podemos olvidar que el compliance officer gestiona riesgos penales y eso debe estar contractualmente definido. Al final hablamos de un alto directivo más dentro de esa organización, de ahí que el contrato delimite bien sus funciones y responsabilidades de forma clara”.
Para este jurista “la transformación digital de la sociedad está llevando al compliance officer a otros escenarios como es el caso del metaverso. El compliance va detrás de la sociedad, si ésta opera en el mundo virtual, estos profesionales tendrán que adaptarse a este nuevo ámbito para realizar sus tareas”.
En los últimos años todos los riesgos tecnológicos se agrupan bajo el nombre de compliance digital y de protección de datos “pero también ya se habla de compliance laboral o compliance fiscal. Cada especialidad del derecho puede tener su parte preventiva y definir una especialidad de compliance en sí misma”.