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Robotización y destrucción de los puestos de trabajo // Estela Martín Estebaranz

¿Supondrá la robotización la destrucción de puestos de trabajo?

¿Supondrá la robotización la destrucción de puestos de trabajo a medio-largo plazo? Es la pregunta que está sobre la mesa de la mayoría de empresas y directivos. Y la respuesta es rotundamente sí.

No se trata de ser apocalíptico ni negativo, sino de analizar la situación e impacto actual y futuro de la robotización, máxime teniendo en cuenta que el nivel alcanzado en algunos países, como es el caso de China, donde ya hay por ejemplo abogados robots que emiten opiniones jurídicas, revisan casos y redactan informes y donde se están desarrollando en la Universidad Jiao Tong de Shanghai humanoides muy evolucionados, es altísimo.

Frente al mensaje que se está lanzando desde algunos medios de comunicación de que los robots no van a suponer puestos de trabajo, las cifras no dejan lugar a dudas. El último informe presentado por el Banco Mundial “2019 World Development Report: The changing nature of work” el pasado 31 de agosto deja muy claro que hay puestos de trabajo y empleos que, efetivamente, van a desaparecer a medio-largo plazo y otros muchos que podrán ser ejecutados en mucho menos tiempo.

Este informe pone sobre la mesa que los empleados que desempeñan tareas rutinarias o bien susceptibles de codificación son los más vulnerables y susceptibles de desaparición (por ejemplo, en industrias de automoción, maquinaria, electrónica…).

Unido a esto, los datos manejados por la Asociación Española de Robótica y Automatización (AER) reflejan que las ventas mundiales de robots industriales alcanzaron un nuevo récord en 2017, con 380.550 unidades. Esta cifra representa un aumento del 29% respecto al año anterior (294.300 unidades en 2016). Por países, China registró el mayor crecimiento con un 58%.

La parte positiva es que la robotización también va a conllevar la creación de numerosos puestos de trabajo que no existen actualmente, con lo que producirá un cambio importante en el perfil de profesionales que se incorporen a las empresas a medio-largo plazo.

Los “deberes” de las empresas

Ante este panorama las empresas lo que deben hacer es trazar un mapa de puestos y de competencias, analizar qué puestos son susceptibles de desaparecer y/o de poder ser desempeñados en menos tiempo, qué formación es necesario impartir a los profesionales que conforman la plantilla actual, qué opciones barajar con aquellos trabajadores cuyos puestos se prevé que desaparezcan o puedan ser ejecutados en menos tiempo (formación, movilidad funcional, amortización…) y qué nuevos perfiles es aconsejable empezar a incorporar en la plantilla

En definitiva, la robotización es un hecho y, lejos de ser algo lejano, es una realidad que hay que asumir de manera natural porque va a marcar las reglas de juego para las empresas en un horizonte no muy lejano. Queda pendiente, eso sí, configurar un marco legal para acomodar esta nueva realidad y regular aspectos críticos como si los robots deberían o no cotizar a la Seguridad Social, convivencia entre robots y trabajadores, marco fiscal…

Por Estela Martín Estebaranz
Periodista & Abogada

 

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