Por Borja Adrados, abogado, socio director de Lex Horizon
Ser emprendedor no se escoge, se nace con ello. Para mí un emprendedor es la persona que no ha dejado un solo día de escuchar al mundo, que comprende sus necesidades y que quiere buscar una mejor manera para satisfacerlas.
Un emprendedor asume riesgos, es decidido y sobretodo, está enamorado de su proyecto. La diferencia entre un emprendedor y el que no lo es esta en la convicción de sus ideas y que nadie, absolutamente nadie le hará cambiar de opinión.
Cuando en el día de ayer llego a mis manos el artículo de Abonomics by Lexgoapp con el título “Diez claves que necesita el ecosistema emprendedor español en 2021 para seguir activo” llego a mi mente la idea de que los emprendedores hemos vuelto a escuchar al mundo y nos toca adaptarnos y cambiar.
Como no podía ser de otra manera la primera clave obligación de digitalizarse, desde mi punto de vista como emprendedor es la más importante. Tras los acontecimientos del 2020 el uso de las tecnológicas ya no es una opción sino una obligación para sobrevivir.
Pero hay que entender esta digitalización no como inventar la rueda, sino como ponerle las cadenas ante un temporal de nieve.
La digitalización y la transformación de los negocios dependerán de su tamaño, su composición y las necesidades del propio negocio. No es lo mismo las necesidades de digitalización de mi pequeño despacho, de las de un despacho grande.
Por otro lado, otra de las claves que más me han llamado la atención ha sido la apuesta país por el emprendimiento que en mi opinión puede albergar perfectamente otras como el fomento del emprendimiento rural o fomentar la educación en emprendimiento.
El ser humano por naturaleza es creativo, innovador y tiene la necesidad de evolucionar. El emprendimiento no es más que esa curiosidad por evolucionar en un ámbito particular como es el laboral.
Los emprendedores son los inventores del Siglo XXI, que inventan y buscan alternativas a través de sus Startups a las necesidades de la sociedad. Fomentar la educación en emprendimiento favorece la imaginación, la creatividad y ese pensamiento analítico que tanta falta hace a nuestra sociedad.
Desde que salí de la carrera de ADE + Derecho hace ya casi 8 años descubrí que yo era emprendedor, que no me conformaba con cómo se hacían las cosas y quería mejorarlas. Da igual que seas ingeniero, abogado, economista, psicólogo cualquier persona que decida dar un paso al frente y asumir riesgos para que querer cambiar las cosas es un emprendedor.
En mi caso, soy emprendedor en el sector legal y tras muchos proyectos y aventuras (siempre en solitario) en agosto de 2020 nació mi último proyecto Lex Horizon.
Lex Horizon es la consecuencia de la adaptación a los nuevos tiempos y el mejor ejemplo de que los emprendedores tenemos una capacidad innata de generar ideas para enfrentar los problemas.
Siempre recordare una fecha en particular del 2020 que supuso una antes y un después en mi forma de entender mi trabajo. Nada ha sido igual desde el pasado 12 de marzo de 2020 cuando realice mi última reunión presencial en mi despacho.
Recuerdo como ya había decidido que a partir del día siguiente iba a trabajar desde casa para evitar contagiarme, así que una vez que me despedí de mi cliente, apague las luces del despacho cogí la Tablet y me despedí de mi lugar de trabajo sin saber que no volvería a pisarlo hasta 3 meses más tarde.
Que me despidiera de mi despacho no significa que no siguiera trabajando, sino que durante los dos años anteriores me había dedicado a digitalizar toda la documentación que había pasado por mis manos y estaba guardada en una nube segura que podía acceder desde cualquier sitio.
Desde que comencé a trabajar en el 2010 como pasante en un despacho de abogados y luego como colegiado y abogado de mi propio despacho en el 2013 comprendí que la forma en que me habían enseñado mis jefes no era la manera más adecuada para ser productivo si lo que querías era moverte, crecer y expandirte.
Los expedientes en papel era una barrera insalvable para poder moverte con agilidad de ciudad en ciudad o encerrado en tu casa por culpa de una pandemia. Junto a esto existía otra barrera que era la localización del despacho.
En el sector legal estábamos muy acostumbrados a limitarnos a los clientes que estaban cerca de nosotros normalmente nuestra ciudad o provincia.
Gracias a la tecnología esto está cambiando y cada vez más abogados asumimos asuntos en otras ciudades y podemos llevarlos con la misma profesionalidad y calidad como si lo hiciéramos en nuestra propia ciudad.
Esta expansión tenía bastante reticencia por parte de algunos clientes que veían con preocupación confiar sus asuntos a un abogado que no iban a conocer. Tras el confinamiento de marzo esto cambio y los clientes empezaron a confiar en las herramientas que estaban a nuestro alcance sobre todo, en las video llamadas.
Personas que nunca les había llamado la atención la tecnología ahora son grandes expertas en plataformas como zoom, meets u otras similares. Esto ha permitido que la distancia que antes era insalvable ahora se convierta en una realidad.
Tras el confinamiento nuestra vida no es la misma y muchos profesionales hemos seguido manteniendo los hábitos adquiridos en el mismo por seguridad y por entender que traen mayor productividad a nuestros negocios.
Después de mucho reflexionar en agosto de 2020 decidí crear un nuevo concepto de despacho de abogados que se basaba en todo los hábitos adquiridos durante los meses en que lo digital era una obligación y no una elección.
Lex Horizon nació con la intención y el objetivo de ofrecer comodidad a los clientes evitando los desplazamientos innecesarios. Todas las visitas las realizamos por la plataforma de video llamada que ellos elijan reduciendo a su vez el riesgo de contagio.
Aunque mantenemos nuestra sede física abierta como centro de operaciones no tiene nada que ver con el centro de trabajo que usábamos antes.
Nuestra filosofía y nuestros valores se centran sobre todo en el uso de las tecnologías y en como esto puede favorecer a nuestros clientes y colaboradores.