Después de casi una década gestionado como director gerente una firma de abogados de los negocios, nuestro protagonista, Guillermo Pérez Alonso, crea en el año 2015 junto con su socia Isabel Malvar la agencia Social Lex, para dar respuesta a las necesidades de las firmas de abogados con proyectos estratégicos de desarrollo de negocio, gestión y comunicación corporativa digital.
“Ayudamos en la transformación de tu organización con estrategias que mejoran tu gestión del negocio, para alcanzar un posicionamiento claro en ese sector con la ayuda de la tecnología”, apunta Guillermo.
Guillermo asesora a un amplio abanico de firmas e instituciones en proyectos de desarrollo, marketing y transformación tecnológica.
Su trabajo se basa en analizar la gestión del negocio y detectar los atributos de valor que diferencian a cada cliente, definir su mensaje de marketing y comunicarlo, tanto internamente a todo el equipo, como externamente a los mercados elegidos, utilizando todos canales de comunicación disponibles en el ámbito offline como online y canales móviles
Al mismo tiempo, desarrolla la labor director de proyectos de base tecnológica, especializado en el desarrollo de apps corporativas e implantación de estrategia móvil en instituciones colegiadas, asociaciones y grandes empresas.
Docente y formador en gestión y técnicas de venta de servicios profesionales, es también juez en torneos de oratoria y debate.
¿Cómo se le convence a un despacho de abogados para que desarrolle un perfil en redes sociales?
Es el propio mercado el que se encarga de eso. La competencia en nuestro sector es enorme y las redes sociales son un canal de comunicación muy efectivo para transmitir los atributos de valor de los despachos. Pero lo importante es el trabajo de preparación del mensaje con el que salir al mercado.
¿Es fácil combinar la imagen de un despacho con la marca personal de un abogado en redes sociales?
Existe un debate abierto sobre esta cuestión y se ventila de forma distinta en cada organización. En mi opinión es una cuestión inmersa en la cultura de cada firma. Por un lado, el sentido de pertenencia a la corporación hace que muchos abogados auto-condicionen su marca personal.
Por otro, las marcas muestran sus temores por la falta de control y potencial pérdida de talento. Pero con una buena planificación de los límites y una fluida comunicación entre ambas partes puede llegar a crearse una situación win-win. Todos ganan. Gana el empleado en valor por la marca a la que pertenece, y la marca también, por tener a un empleado de valor.
¿La tecnología irrumpe en los despachos? ¿Cree que los abogados se van a adaptar a ella?
La tecnología irrumpe de forma natural en la globalidad de la sociedad dado que se apoya en ella para su progreso y desarrollo. Si paramos a pensarlo, la llegada del email, la inestimable Blackberry, así como la descarga actual de apps se ha producido de forma casi involuntaria, y a una velocidad extraordinaria. Por ello, es la actitud y la forma de gestionar el cambio a lo que deben adaptarse los abogados, la tecnología es solo un medio para acometer el cambio.
Usted en su blog habla de que los abogados pueden generar el efecto Lego ¿De qué estamos hablando entonces?
El “efecto Lego” del que hablo en mi blog es para entender cómo a través de pequeñas piezas como son los bricks de la famosa marca danesa, se construyen grandes y creativas figuras. En los despachos esas pequeñas piezas serían los datos con los que cuenta la organización.
Datos de distinta morfología y significado que conforman la materia prima por la cual las organizaciones pueden llegar a crear nuevos y más eficaces servicios tanto en la gestión como en la producción del despacho, y por lo tanto, llegar a construir mejores proyectos. La clave de ello es saber “jugar bien” con esos datos.
Está de acuerdo con otros colegas suyos que si no fuera por los clientes, los despachos no hubieran abordado esta transformación digital…
Esa opinión es muy generalizada en nuestro sector porque los abogados gestionan el cambio como un riesgo, a veces de grado elevado, y muchos sólo reaccionan cuando se ven presionados por el cambio en las necesidades de los clientes.
Sin embargo, las oportunidades se abren cuando se comprende que las necesidades del cliente vienen dadas por el propio mercado. Por ello, los que se adelanten y salgan al encuentro del cambio, y sean los que animen al cliente a la adopción del cambio y le acompañe en el camino, serán los despachos más exitosos.
Otra frase suya es “Todo está en los móviles “¿Cómo se entronca esta idea en los despachos de abogados?
Rememorando el programa cultural “Todo está en los libros” acuñé esa frase para concienciar al sector de que tener en cuenta el impacto de la movilidad es algo que los despachos de abogados deben tener dentro de su estrategia de negocio. Los datos de navegación en el móvil respecto de otros canales no paran de aumentar en materia de búsqueda de información y servicios.
Además, los móviles no sólo se han convertido en el punto de venta para atraer clientes y talento, sino que a través de ellos se puede gestionar el negocio con apps corporativas que cohesionan al grupo humano de la firma con una mejor comunicación y gestión en cuestiones claves como transparencia y buen gobierno.
¿Cómo cree que va afectar a los despachos a nivel de captación de talento y fidelización esta apuesta digital?
La captación de talento es uno de los grandes retos a los que enfrenta el sector, entre otras cosas porque para los miembros de la denominada Generación Z, la carrera para llegar a ser socio ha dejado de ser atractiva. Entre sus rasgos se encuentran el omnipotente uso de herramientas digitales en toda relación social, cultural o laboral.
Por eso los despachos deben hacer todo lo posible para que el relevo generacional encuentre a la firma un lugar donde poder desarrollarse profesionalmente, y eso para por una inexorable tecnologización de las firmas, lo que llevará a hacer las cosas de forma distinta y a generar unos espacios y horarios de trabajo más flexibles.
¿Cómo ve el fenómeno Legaltech en nuestro país? ¿Dónde está la clave para que arraigue en un país como el nuestro?
En los últimos años hemos visto cómo han aumentado soluciones de software o servicios online diseñados para el sector legal. Observando este fenómeno, se han establecido distintas tecnologías orientadas a diferentes segmentos dentro del mercado, con soluciones tanto a abogados como a clientes con todo tipo de prestación de servicios legales o marketplaces.
Creo una vez más que, el arraigo dependerá en parte del propio mercado, pero creo además que será el grado de disrupción que conlleven estas tecnologías donde pueda estar alguna de esas claves.
Por último, ¿Qué les diría a esos despachos que aún no creen en la tecnología? ¿Qué paso deben dar para ir en la senda segura?
Aunque me resulte difícil pensar que pueda haber despachos que aún pervivan con ese descreimiento, sí he visto en algunos proyectos que la brecha digital es un riesgo real. Un primer paso sería tener entre los socios una reflexión profunda de concienciación sobre el tema, y acometer ese necesario proceso transformador digital con el apoyo de profesionales que les puedan ayudar a llevarlos a cabo.
“Es la actitud y la forma de gestionar el cambio a lo que deben adaptarse los abogados, la tecnología es solo un medio para acometer el cambio”.
Guillermo Pérez Alonso, socio director de Social Lex.
Entrevista realizada por Luisja Sánchez, Periodista Jurídico.
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