Entrevista Edwin Mata, abogado y emprendedor tecnológico
Abogado mercantilista, Edwin Mata aúna en su perfil la actividad del emprendedor tecnológico gestionando dos startups como Leypal y Brickken, con la del abogado digital especializado en nuevas tecnologías. Acaba de incorporarse a Attolon Law, proyecto que dirige Carlos Guerrero. Al mismo tiempo es profesor en universidades y escuelas de negocios, y asesor de startups con especialidad en fintech y legaltech.
Para este jurista volcado en tecnologías como blockchain desde donde ha lanzado Brickken lo que estamos intentado hacer es poder servir como una fuente de financiación alternativa a las empresas que se conectan con las personas buscando ingresos pasivos, y en esta conexión es donde Brickken existe”.
Mata se muestra satisfecho de su incorporación a Attolon Law “El poder adoptar metodologías lean y tecnología hacen que el trabajo se pueda desempeñar de forma más eficiente, y a la vez, reducir costes para los clientes. Se trata de hablar el mismo idioma que los clientes para poder solventar de una manera cerca y eficiente sus necesidades”.
¿Qué le hace a un abogado mercantilista irrumpir en el mundo de las tecnologías de forma tan notable?
El día que entendí que estábamos rodeados de datos, me cambio la forma de entender el mundo. Incluso empecé a ver a las sociedades como organismos autónomos, y poco a poco comprendí que no vivíamos en mundo análogo sino digital.
Este fue el momento en el cual decidí especializarme en las nuevas tecnologías, primero muy ligado a la forma en la cual las personas se mezclan con lo digital, y luego ya el entender como de esa mezclan se han generado nuevos modelos de negocio que continuamente alteran la forma en la cual interactuamos entre nosotros.
Usted acaba de fichar por Attolon, ¿Qué espera de un proyecto de este tipo volcado al mundo ALSP, de firmas jurídicas alternativas?
Estoy muy contento de poder pertenecer a Attolon bajo la visión de Carlos Guerrero. Creo que vemos de forma similar como se deben prestar los servicios jurídicos, en beneficio de los clientes y también de los abogados que pertenecen a los proyectos.
El poder adoptar metodologías lean y tecnología hacen que el trabajo se pueda desempeñar de forma más eficiente, y a la vez, reducir costes para los clientes. Espero durante este camino poder aportar todo lo que he aprendido como emprendedor y hablar el mismo idioma que los clientes para poder solventar de una manera cerca y eficiente sus necesidades.
Este ejercicio espero poder prestarlo desde una óptica preventiva y reactiva, para poder así ofrecerles un servicio 360.
Podria hablamos de las startups que ha puesto en marcha Leypalhub y Brickken, ambas start up de innovación legal.
Cuando cree Leypal, tenía una visión de poder ofrecer una solución contractual end to end, donde la firma electrónica solo era un momento en la vida del contrato, y la propuesta valor existía en la parte precontractual, y post ratificación.
Durante el proyecto, vimos que podíamos ayudar al ecosistema de una manera distinta, y pivotamos a ser una empresa que ofrece su código fuente para crear prestadores de servicios de confianza, y de esta manera, los clientes no tengan que depender de terceros al dotarles nosotros de la estructura técnica y legal para hacerse autosuficientes.
Al pivotar, me liberó de tiempo y fue cuando pude crear Brickken, una Fintech blockchain que se dedica a la tokenización de activos. El objetivo es poder democratizar el acceso a las inversiones, al reducir barreras de entrada a los inversores minoritas.
Es sin duda el reto más grande al que me he afrontado, y a la vez, el que más felicidad me ha brindado, porque lo que estamos intentado hacer es poder servir como una fuente de financiación alternativa a las empresas que se conectan con las personas buscando ingresos pasivos, y en esta conexión es donde Brickken existe.
¿Qué consejo le daría a un abogado que quiera montar su startup?
Que vean el riesgo como una oportunidad y se alimenten de él. No se sabe como saldrás del otro lado, pero sin duda serás una persona distinta que obtendrá nuevas herramientas que lo harán un abogado distinto.
¿Qué es lo más complicado de gestionar en un proyecto de este tipo de emprendimiento tecnológico?
Lo más difícil para mi fue aprender cómo trabajan los equipos de IT, y poder transmitir ideas que se volvieran código. Las startups al fin y a cabo son organismos formados por diferente entes, y lo complejo es que esos entes empujen todos en la misma dirección. Para ello es necesario hablar el mismo idioma de todos los departamentos, porque cada profesional tiene su léxico, y la comunicación puede ser lo más importante para que el “organismo” funcione.
En este proceso de cambio, muchos despachos de abogados han impulsado su proceso de transformación digital ¿Cómo está viendo esta transformación?
Mas lento de lo que me gustaría. Muchos despachos aun se preguntan si deben tener presencia en internet, cuando esa pregunta no debería existir, sino solo ser.
Estoy convencido de que es básico hoy en día que los profesionales tengamos una huella digital que permita a los clientes conocernos, y esto es básicamente porque nuestros clientes viven cada vez más en un mundo digital.
Al mismo tiempo es esencial que los despachos se doten de medios tecnológicos, como pueden ser softwares de firma, de gestión documental, e incluso de nuevas metodologías de gestión y ejecución de proyectos para que puedan ser mas eficientes, lo que se transformaría en poder ofrecer un servicio de mejor calidad a sus clientes, al poder centrarse en lo realmente importante, y no en lo redundante.
¿Cómo cree que está evolucionando la relación en este nuevo escenario entre despachos y asesorías de empresa?
Creo que la evolución esta llevando a despachos a ser asesorías de empresas, y asesorías despachos. Existen ya modelos híbridos que buscan ofrecer a sus clientes no solo soluciones jurídicas, sino tambien apoyar a distintas áreas de la empresa.
Considero que es una sinergia natural, porque en realidad ambos entes tienen como objetivo el poder apoyar a sus clientes para que tengan éxito en sus proyectos, y es por ello que si esto es ofrecido por dos diferentes partes, solo podría ralentizar o complicar el verdadero objetivo.
¿Hasta qué punto la tecnología es ahora un valor diferenciador para los despachos de abogados de cara a ser competitivo?
Se lo puedo resumir en tres palabras. LO ES TODO.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico
