Borja Adrados Urreiztieta
Socio Director | Adrados Abogados
Durante las últimas semanas nos hemos visto obligados a realizar muchos cambios en tanto en nuestra vida personal, como en nuestra vida profesional para amoldar las limitaciones del confinamiento y ganar el pulso al Covid19. Estos cambios realizados han supuesto que nuestra vida se parezca poco o nada a la vida que teníamos hace poco más de dos meses.
Y aunque las consecuencias de este virus suponen la tragedia más grande que le ha tocado vivir a nuestra generación supone también la mayor oportunidad de cambiar las cosas.
Como bien recoge Gerardo Bustos en su último artículo “… lo más importante es saber que no regresamos al ayer, sino al mañana” y aunque todavía no seamos capaces de ver un futuro prometedor, y en especial en el sector de la justicia que llevamos parados desde la declaración del Estado de Alarma, debemos reconocer que de manera obligada estamos viendo cómo se están implantando numerosos cambios basados sobre todo, en la tecnología, por ejemplo, todos los días podemos leer noticias de la celebración de vistas de manera telemática, los colegios profesionales realizan sus juntas de manera telemática e incluso, como en mi colegio, el ICA BURGOS, el viernes pasado tomo posesión la primera diputada de manera telemática. Vivimos en una época de cambios constantes y rápidos que no podemos permitir que nos superen y observar las oportunidades que nos ofrecen.
El mundo nos está pidiendo que cambiemos y no podemos dejar de escuchar al mundo ni un solo día, si queremos seguir en el tablero de juego.
En mi opinión, este cambio de paradigmas se fundamenta en 3 vertientes, La digitalización, el teletrabajo y el marketing digital.
A pocas empresas ya les suena raro la palabra digitalización, y es que las empresas que mejor han podido encajar el confinamiento han sido las que tenían el contenido de su negocio digitalizado y en la mayoría de los casos subidos a la nube. En mi caso, llevo 2 años creyendo que la mejor manera de cambiar mis procesos dentro del despacho era conseguir el 100% de la digitalización y puedo decir, que el día 12 de marzo pasado salí del despacho con la Tablet bajo el brazo y no he vuelto porque puedo hacer mi trabajo perfectamente al 100’% desde mi casa.
Tanto por mi propia seguridad, como para la seguridad de mis clientes, el poder seguir trabajando en los asuntos que me han sido confiado como abogado desde la seguridad y la tranquilidad de mi vivienda en estos tiempos de pandemia y estado de alerta puede convertirse en la mayor oportunidad de nuestro sector ya que nos deshacemos de las viejas creencias de que el abogado debe tener una sede fija, presencial cuando en realidad lo único que necesitas es a ti mismo y un ordenador porque la información está 100% digitalizada.
Junto a la digitalización, el teletrabajo, es el gran descubrimiento de estos tiempos, aunque es bastante injusto definirlo como un descubrimiento porque la figura ya existía desde hace mucho tiempo pero muy pocas empresas la utilizaban. Hasta la declaración del estado de alarma, en España, solo un 5% de las personas tele trabajaban de manera principal y no superaba el 10% los que acudían a esta figura de manera esporádica. Las empresas de la noche a la mañana (y las que podían por su sector) se vieron obligadas a implantar esta forma de trabajo si querían seguir funcionando. En mi opinión, esta forma de trabajar desde casa supone para la abogacía una oportunidad única tanto para los grandes despachos como para los abogados independientes y despachos pequeños que quieran evolucionar y prosperar. Trabajar desde casa supone no solo un ahorro en tiempo sino también en costes fijos como el alquiler o gastos fijos como luz e internet.
Desde mi punto de vista, desde hace unos años el trabajo del abogado puede realizarse desde cualquier parte en la que puedas tener una conexión a internet y un ordenador donde redactar los escritos siendo los grandes despachos mero atrezo para parecer más fuertes y solventes. Pero esa sede fija no deja de ser un lastre para poder desarrollar todo el potencial que tenemos como abogados y como despacho.
En estos momentos, el despacho se encuentra en internet y no eres nadie si no tienes un blog o página web donde decir quién eres y a que te dedicas. La promoción y el marketing del despacho ahora es prioritariamente digital mediante los legalmarket como es el caso de LEXGOAPP donde con una inversión pequeña conseguimos cartera de clientes. Las oportunidades que estos Partners digitales nos ofrecen tienen un valor incalculable y son indispensables para que un abogado joven prospere en esta apasionante profesión.
El marketing digital en estos momentos es imprescindible en un momento en el que las personas van a seguir necesitando defender sus derechos pero el trato social de forma presencial se encuentra en desuso de manera indefinida.
Además, este tipo de marketing va a permitir a la larga ampliar los horizontes del abogado y que el cliente puede acceder a los mejores profesionales sin necesidad de encontrarse en la misma localidad.
BONUS. La cuarta vertiente en este cambio de paradigma judicial, lo vamos a encontrar en la celebración de vistas de forma telemática. Desde hace unos días nos estamos encontrando noticias de la celebración de vistas de forma virtual. Este cambio es principal para convertirnos en abogados 100% digitales. El ahorro de tiempo y eficiencia en la justicia van a ser incalculables, pudiendo asistir a vistas sin salir del despacho. Este cambio está todavía naciendo pero los resultados son verdaderamente prometedores.
Mi intención con este post es mostrar las oportunidades que tenemos como resultado de esta pandemia son realmente prometedoras y los que estén dispuestos a abrazar estos cambios conseguirán prosperar en un mundo totalmente distinto al que dejamos atrás. Y como dice Carlos Guerrero “El Covid-19 nos a recordado que no tenemos nada que perder, así que debemos seguir adelante a toda velocidad.”
