Las empresas de más de 50 trabajadores deberán haber implementado un Plan de Igualdad en su organización desde el 7 de marzo.
El II Índice ClosinGap sitúa la brecha agregada de género en España en el 36,7%, lo que supone un aumento de casi un punto porcentual respecto al análisis del año anterior (35,9%).
La conciliación sigue siendo la gran tarea pendiente. El índice de paridad en este ámbito ha empeorado en 3,2 p.p. en un año – del 44% al 40,8%- por un mayor incremento de las tasas de parcialidad en las mujeres que en los hombres a causa de la COVID-19.
El índice de salud y bienestar ha retrocedido levemente debido a un mayor riesgo de pobreza y exclusión social para las mujeres.
Estas son algunas de las principales conclusiones que se extraen de la segunda edición del Índice ClosinGap, elaborado por PwC España, e indicador de referencia en nuestro país para la medición y seguimiento de la evolución de la igualdad de género en España y de su incidencia, directa o indirecta en el PIB.
Este índice se sitúa como el primer indicador en España que permite cuantificar y seguir anualmente la evolución de la igualdad de género en el país a través de cinco grandes categorías: Empleo, Educación, Conciliación, Digitalización y Salud y Bienestar, mediante un análisis pormenorizado en un total de 28 variables clave para el desarrollo personal y profesional de una sociedad.
Este análisis permite analizar las causas de las situaciones desiguales que afrontan mujeres y hombres en distintos ámbitos, con el objetivo de identificar aquellas áreas de mejora en las que intensificar el esfuerzo para apoyar la transformación social hacia una mayor igualdad de oportunidades.
En este contexto hay que recordar que, según la D.T. 12.ª de la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, tras la modificación realizada en su momento por el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, se fijaba un periodo transitorio hasta marzo de 2022 para la aprobación de planes de igualdad en las empresas.
A pesar de que, sin perjuicio del número de trabajadores, las empresas deberán elaborar y aplicar un plan de igualdad cuando así se establezca en convenio, según el calendario de aplicación paulatina de los artículos 45 y 46 de la LOI, las empresas con una plantilla de entre 50 y hasta 100 personas trabajadoras deberán contar un Plan de Igualdad desde el 7 de marzo de 2022.
Esta actividad ha generado bastante actividad en los despachos de abogados cuyas áreas de derecho del trabajo han asesorado a muchas compañías en la puesta en marcha de dichos planes de igualdad .
Coste de oportunidad
En cuanto al coste de oportunidad, el informe señala que, de darse la paridad plena, la economía española generaría riqueza por valor de más de 213.00 millones de euros, el equivalente al 19% del PIB de 2020.
La pandemia ha ampliado las brechas de género en España, incrementando hasta 2058 el período que se necesitaría para alcanzar la paridad plena entre mujeres y hombres. Esta cifra supone una evolución negativa en su comparativa con los datos de hace un año que indicaban que las brechas de género en España se cerrarían en el 2055.
Entendiendo el 100% como la paridad plena, el II Índice ClosinGap (en función de datos registrados en 2021) se sitúa en el 63,3%, frente al 64,1% que marcaba el año pasado. Estos registros reflejan que la brecha de género ha aumentado en nuestro país y que aún queda un 36,7% por cerrar (desde el 35,9% anterior).
En clave económica, el coste de oportunidad de las brechas de género en España se ubica en 213.299 millones de euros, el equivalente a un 19% del PIB de 2020.
En palabras de Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap: “Estos nuevos datos ponen de manifiesto la necesidad urgente de implementar medidas sustentadas en el aprovechamiento del talento femenino como palanca clave de crecimiento y recuperación económica”.
Conciliación, la brecha que más aumenta a causa de la pandemia
En el análisis pormenorizado se observa que la pandemia ha incidido de forma especialmente negativa en la Conciliación. Esta situación se refleja en un incremento mayor en las tasas de parcialidad en el empleo para las mujeres que para los hombres en el marco de la pandemia. Asimismo, el estudio señala que las mujeres asumen más peso en las tareas domésticas durante el confinamiento provocado por la COVID-19 que los hombres.
Estas desigualdades provocan que el indicador de paridad en el ámbito de la conciliación se ubique en el 40,8%, quedando por cerrar una brecha de 59,2%, lo que supone un retroceso de 3,2 p.p. respecto a hace un año.
“La conciliación es uno de los aspectos que ha frenado durante muchos años (y continúa haciéndolo) la progresión profesional y económica de la mujer, además de las consiguientes implicaciones en la salud y bienestar”, afirma Anna Merino, directora del equipo de Economics en Strategy&, el área de consultoría estratégica de PwC.
Estancamiento en Salud y Bienestar, Educación y Digitalización
La brecha de género en la Salud y el Bienestar es reducida, pero lleva años estancada porque las variables no mejoran en mayor medida para las mujeres respecto a los hombres, sino que lo hacen de forma muy similar. En el análisis particular de esta categoría se observa una leve caída de 0,1 p.p. que lleva al indicador al 84,4%, por lo que aún queda un 15,6% de brecha de género por cerrar.
En el terreno de la Educación se observa un estancamiento en la evolución de la igualdad en España, con indicador de paridad sin cambios respecto a hace un año (67,9%).
Aunque se ha mantenido en el mismo nivel y la ratio de mujeres con educación terciaria o universitaria sigue siendo superior a la de los hombres, la variable que es clave en esta desigualdad es el bajo acceso de las mujeres a carreras STEM, que acaban derivando en empleos en industrias con alto valor añadido.
La paridad en el ámbito de la Digitalización ha aumentado en 0,1 p.p. hasta alcanzar el 71,4% gracias a un ligero repunte de mujeres especialistas en TIC respecto a los hombres. No obstante, esta ratio continúa siendo muy baja atendiendo a estadísticas como que por cada mujer especialista en TIC hay cuatro hombres. La brecha de género en Digitalización se sitúa en 28,6%.
Avanza la paridad en el Empleo
Contrastando con el resto de las categorías, el indicador de paridad en Empleo ha aumentado 1,1 p.p. respecto al año pasado, evolucionando del 65% al 66,1% y reduciendo la brecha por cerrar al 36,9%. Esta mejora se debe al incremento en la participación de la mujer en el mercado laboral, un menor empleo precario, una mejoría en el salario por hora y una caída de la brecha en las pensiones que afectan al conjunto de las mujeres.
El informe también analiza el coste de oportunidad que supone para la economía esta falta de igualdad, cuantificando el impacto económico de las brechas de género y su incidencia, directa o indirecta en el PIB a través del mercado laboral.
En este sentido, si se pusiera fin a las brechas de género en el mercado laboral, en las horas trabajadas y en la distribución del empleo sectorial, el PIB español podría aumentar en 213.299 millones de euros, el equivalente a un 19% del PIB de 2020, lo que supone un 0,5 p.p. más respecto a los resultados de la edición anterior.
Asimismo, este incremento potencial vendría impulsado por la creación de 2,8 millones de empleos femeninos equivalentes a tiempo completo.
Otra de las conclusiones del estudio señala que la reducida participación de las mujeres en el mercado laboral, el inferior número de horas trabajadas por cuestiones de parcialidad y su sobrerrepresentación en sectores económicos poco productivos provoca que las mujeres solamente contribuyan a un 41,4% del PIB, a pesar de representar el 51,4% de la población en edad de trabajar.
En el apartado productivo, históricamente, las mujeres han estado sobrerrepresentadas en sectores económicos menos productivos. Sin embargo, como actualización respecto al año anterior, los sectores donde las mujeres están más presentes (educación, sanidad, etc.) han aumentado su productividad, haciendo que las mujeres se encuentren en el mismo nivel medio de productividad que los hombres.
“Las principales conclusiones que se extraen de este análisis no pueden ser más contundentes: el índice de paridad de género ha empeorado respecto al año pasado por efecto de la pandemia. Atendiendo al impacto social y económico que supone esta circunstancia para nuestra economía, es imprescindible el impulso de iniciativas para revertir esta situación desde el ámbito público y privado”.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico.