Entrevista Sonia Zunzunegui, Directora Gerente en Squire Patton Boggs
A lo largo de su carrera profesional su actividad ha evolucionado desde la comunicación hacia la gestión de los despachos de abogados.
Sonia Zunzunegui ha vivido la expansión de esta firma internacional desde que llegó a nuestro país. Desde el 2014 tras una serie de fusiones se ha convertido en Squire Patton Boggs de la que es ahora su directora Gerente en nuestro país.
Por estas circunstancias es clave su visión del cambio que los despachos de abogados están experimentando con la pandemia del Covid19.
“Después de meses, lo que hemos aprendido es que la presencialidad no es un requisito para dar un asesoramiento perfecto a nuestros clientes”, aclara
Sin embargo “sí es necesaria, en muchos casos, para el sentimiento de pertenencia a un equipo, la formación de los más jóvenes y para esos valores intangibles de cualquier organización, como la cultura”, apunta.
Respecto a la transformación digital cree que “es un hecho desde hace muchos años, para dar un servicio más rápido y mejor ajustado a las necesidades de nuestros clientes.
¿De este Inkietos Live Day celebrado recientemente, con que se queda a modo de conclusión final?
Me quedo con el trabajo bien hecho y el esfuerzo de Inkietos por seguir siendo una organización de referencia en el management para abogados o cualquier tipo de empresa. Es verdad que, sin la ayuda de nuestros patrocinadores, Santander y La Mutua de la Abogacía y nuestros colaboradores, Wolters Kluwer, Ontime, Amberlo y Councilbox, estas sesiones no serían posible.
Es la segunda edición del Inkietos Live Day y creo que ha sido un éxito y hemos intentado cubrir en cinco mesas redondas, una entrevista y una charla los desafíos a los que se enfrenta el sector legal ante la nueva realidad.
Hemos cubierto los temas que creíamos que más podían interesar, como teletrabajo versus presencialidad, la creatividad como impulsor del rendimiento, la transformación digital que ha sido tan decisiva durante la pandemia, el bienestar en los despachos, tema del que hablaremos largo y tendido ya que debemos evaluar los riesgos «psicosociales» de nuestros empleados, es decir, la posibilidad de que sufran estrés, ansiedad o malestar psíquico en el entorno de trabajo.
Asimismo, intentamos abarcar otros temas todos de rabiosa actualidad para una buena marcha de los despachos.
Usted ha moderado una mesa en este evento sobre pandemia y despachos de abogados. ¿Cómo ha visto la evolución de los despachos de abogados en estos meses de pandemia, que es lo que más le ha llamado la atención?
Sinceramente lo que más me ha llamado la atención es lo preparados que estábamos todos para teletrabajar. Es verdad que ese 14 de marzo de 2020, todos nos fuimos a casa y empezamos a funcionar en remoto, hubo que hacer pequeños ajustes, pero nuestros clientes no se vieron afectados.
Después de meses, lo que hemos aprendido es que la presencialidad no es un requisito para dar un asesoramiento perfecto a nuestros clientes, pero que sí es necesaria, en muchos casos, para el sentimiento de pertenencia a un equipo, la formación de lo más jóvenes y para esos valores intangibles de cualquier organización, como la cultura.
Creo que hemos aprendido muchas cosas de esta pandemia, como lo hicieron nuestros mayores en las guerras o en las postguerras, y que sabremos conjugar, algo que ya estaba presente en otros muchos países, el “agile Working”, entendido como formas de trabajo distintas, horarios partidos, días en remoto, e incluso, días libres a la semana, y seremos capaces de crear un modelo híbrido que sea capaz de conjugar otros modelos de contratación y otras maneras de trabajar.
Culturalmente no somos capaces en mi opinión de trabajar en dos trabajos distinto, media jornada d abogado y otra media de cocinero, ¿por qué no?
¿Cree que en el futuro el modelo tradicional en las firmas con cierta jerarquía va a evolucionar a otro más plano y flexible?
Bueno, sé que en algo hemos cambiado, pero la jerarquía seguirá existiendo. Si con esa pregunta se refiere a ese modelo híbrido que comentaba, creo que sí, aunque según las encuestas realizadas en muchos despachos de abogados, el mayor porcentaje de gente quiere una presencialidad.
Culturalmente seguimos separando trabajo de familia, y este “encierro” en muchas ocasiones ha sido muy duro para muchos.
En este proceso de cambio, muchas firmas han impulsado su proceso de transformación digital ¿Cómo está viendo esta transformación?
El proceso de transformación digital era algo demandado por muchos de nuestros clientes antes del comienzo de la pandemia, es verdad que ha habido otras herramientas que hemos implementado todos para una mejor conectividad en remoto, pero la digitalización es un hecho desde hace muchos años, para dar un servicio más rápido y mejor ajustado a las necesidades de nuestros clientes.
Según el último estudio de Innovación Tecnológica en los despachos de abogados publicados por Impact Lawyers hay firmas que apuestan por la innovación y esto es ya un hecho.
En el caso de mi despacho, Global Edge, una herramienta que a golpe de clic es capaz de estar informado sobre la legislación referente a las cuestiones laborales de diferentes países ayudando a los departamentos de RRHH de grandes corporaciones, y otras muchas como SignalAI de Allen&Overy, WI de Latham & Watkins etc.
La excelencia técnica de los abogados ya no tiene sentido sin la ayuda de las herramientas tecnológicas que ayuden en las tareas más primarias.
¿Hasta qué punto la tecnología es ahora un valor diferenciador para los despachos de abogados de cara a ser competitivo?
En todos. No podemos estar en el siglo XXI y no estar preparados tecnológicamente. Cada cliente es un mundo y tienes que ser parte de él.
Hay clientes que teletrabajan siempre y que casi no tienen oficinas físicas con lo que tienes que ser capaces de poder consultar sus expedientes de una manera telemática.
El mundo va a una velocidad de vértigo y tienes que ir en la misma marcha. La competitividad es que es el mejor asesoramiento jurídico en el menos tiempo posible y con el mejor coste y eso es así, pero no sólo en los despachos, en todas las demás industrias.
¿Cómo cree que está evolucionando la relación en este nuevo escenario entre despachos y asesorías de empresa?
Estupendamente bien. Las asesorías de empresa en muchos casos son auténticos despachos de abogados, incluso más grandes que cualquiera, y buscan un asesoramiento cualificado, que les aporte un punto de vista fresco sobre su sector y que les den ideas innovadoras por sus relaciones con otros clientes de su sector.
Son auténticos compañeros y magníficos profesionales.
Recientemente se han producido movimientos en las firmas como la integración de DaLawyers en Andersen ¿Cree que el escenario va a un sector legal más concentrado?
Creo que seguiremos viendo más concentraciones y lateral hirings en los despachos de abogados. Hay que reforzar áreas que no se tienen o que a veces languidecen. Tener una suficiente masa crítica te ayuda muchas veces a posicionarte en el mercado.
¿No cree que la llegada de los ALSP, firmas alternativas de servicios jurídicos como Ambar están ayudando a mejorar la introducción del propio Legal Proyect management?
El Legal Project Management existe en las firmas internacionales desde hace muchos años.
Cuando trabajas en equipos multijurisdiccionales, en el que debes asesorar a clientes en diferentes áreas de practica y con diferentes equipos, no es posible hacerlo sin la figura dl Legal Management Project Coordinator.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico