La pandemia y el decepcionante boom del teletrabajo han desencadenado una demanda de flexibilidad del tiempo de trabajo que abona el terreno para que propuestas de jornada laboral de cuatro días vuelvan a tenerse en cuenta.
La clave está en poder ofrecer el mismo salario que en la jornada convencional para evitar que surja cualquier tipo de fraude.
Para esta experta “hay que recordar que las reducciones de salario están protegidas por la normativa y que en ningún caso se puede implantar de forma unilateral. Los trabajadores tienen que estar de acuerdo con la medida, independientemente de lo que se pacte con los sindicatos”.
Y, al mismo tiempo, “esa reducción salarial puede abrir la puerta a un ERTE encubierto o a una modificación sustancial de las condiciones de trabajo encubierta, e incluso a una conversión del contrato a tiempo completo a otro a tiempo parcial”.
El número medio de horas efectivas semanales trabajadas en España se situaba en el primer trimestre en 36,7. Una cifra que se ha reducido en 1 hora desde el mismo periodo de 2008.
Pero la diferencia entre trabajadores por cuenta ajena o propia es abultada: para los asalariados, la jornada es de 35,6 horas, mientras que para los autónomos escala a las 42,7.
En este contexto, los proyectos piloto subvencionados para implantar esta jornada laboral de cuatro días se extienden no solo por España, sino por toda Europa, el último y más ambicioso en Reino Unido, entre gobiernos de todo color político.
Para Estela Martín, abogada y directora de comunicación de la consultora SincroGo, “la clave es contar con una política de dirección estratégica adecuada y está pensada como una reducción de jornada sin reducción de sueldo. Esto lo hizo una empresa andaluza recientemente”.
Los siete empleados de la Escuela Mecánica de Motos Andaluza curran 32 horas semanales y descansan de viernes a domingo. Su dueño, Josele Lafuente, lo decidió en 2019 tras ver que beneficiaba a profesores y alumnos.
La clave en este tipo de asuntos es disponer de una dirección por objetivos, en una empresa que ya contaba con medidas de conciliación y ha presentado resultados señalando que había incrementado la productividad.
“Al final se puede hacer porque partes de una base adecuada, tienes los medios específicos y puedes optar por este tipo de política”.
Telefónica, pionera como gran empresa
Martín también analiza el caso de Telefónica que se ha conocido hace unos días , al parecer Tras haber acordado un paquete de medidas flexibles con los sindicatos mayoritarios y contrastar los resultados de un más que comentado proyecto piloto sobre la jornada laboral de cuatro días, Telefónica España consolida la iniciativa en su organización.
Así, la telco despliega la jornada laboral de cuatro días en su filial nacional. Una medida que contempla la reducción de salario por parte de los trabajadores que se acojan a la misma, aunque será la empresa quien les bonifique con un 20%.
Este modelo de semana laboral, según ha informado la operadora, está incluido en la prórroga del II Convenio de Empresas Vinculadas (CEV), refrendada por los sindicatos en 2021.
Y aunque el gigante de las telecomunicaciones no ha querido “hacer declaraciones oficiales” al respecto al ser preguntado por CIO, fuentes de la organización sí han querido resaltar que “esta iniciativa ya formaba parte de un paquete de medidas” que Telefónica había impulsado previamente en aras de la “flexibilidad”.
“El proyecto piloto parece que ha salido bien; lo que se hace ahora es, por tanto, consolidar esta medida», comenta esta jurista.
Desde su punto de vista, “a nivel jurídico articular una jornada de este tipo de cuatro días con reducción salarial tiene un encaje legal complicado con la normativa laboral española en la mano”.
Otra cuestión que señala esta jurista es que “habrá que ver la duración que tiene esta medida, la letra pequeña de los sindicatos. El hecho de que se llegue a un acuerdo con los sindicatos no significa que ese pacto sea legal. Los tribunales están llenos de sentencias que han declarado nulas cláusulas de acuerdos o pactos de estos sindicatos mayoritarios, denunciados por sindicatos minoritarios que podría ser declarado nulo”.
También nos aclara que en los casos que se conocen “la reducción salarial que se hace es inferior a la que correspondería trabajar menos horas, pero incluso así habrá que ver qué sucede si llegan estos casos a los tribunales”.
Sin reducir sueldo
Martín nos aclara que este mes de junio ha arrancado un proyecto de este tipo en Reino Unido de reducción de jornada sin reducir sueldo “cuando planteas esta jornada, lo que quieres es que estos trabajadores aumenten su productividad porque están más motivados, hay más sentimiento de pertenencia y se trabaja mejor al haber un día más de vacaciones”.
A su juicio “la clave radica en poder contar con una dirección por objetivos de la actividad donde se fijan esos objetivos como elemento clave para implementar la medida. Esos objetivos pueden ser a nivel de empresa o de departamento concreto, mientras se mantenga, lo ideal es empezar con un proyecto piloto y ver resultados”.
Esta reducción de jornada “puede obligar a la empresa a crear un sistema de turnos, en la mayoría de empresas hay actividad los viernes que tendrá que ser cubierta, puestos de atención al cliente, para ir rotando empleando, eso complica más la jornada de cuatro días”.
Respecto a las horas extras “es factible también, en ese tipo de iniciativas, con el límite de horas que marca la ley. Si hay conversión de contrato de tiempo completo a parcial se trataría de pagar esas horas complementarias”.
Al mismo tiempo, Martín indica “ donde habrá que ver qué es lo que cotiza la empresa por nosotros. Habrá que ver que sucede con la cotización a la seguridad social. Si la bajas es gravoso para el trabajador a corto y medio plazo. Puede afectar a su pensión final”.
Esta jurista cree que la medida no es tanto sectorial, sino que depende de cada empresa en concreto “depende de la cultura de la empresa y que tenga un buen sistema de dirección por objetivos. Sin ese sistema puede ser un fiasco grande y bastante problemático”.
Hay que darse cuenta que en España, “hay una cultura presentista muy acuciada, este es uno de los problemas del mercado laboral español. Se trabaja muchas horas en España, pero somos uno de los países menos productivos. Pero desde esta base, una jornada de cuatro días supone analizar bien tu empresa y establecer un programa piloto en el que veamos si los resultados son buenos”.
Crear un proyecto piloto, lo primero
En este contexto “podríamos fijarnos el horizonte de un año y medir resultados cada tres meses. En principio sería una medida temporal y en función de los resultados podemos extender la medida a más departamentos de la empresa para saber si es conveniente”.
Lo principal es que esa “jornada de cuatro días, sin reducción de sueldo debe ir acompañada de una cultura empresarial y liderazgo que no vemos ahora en las empresas españolas”.
Martín recuerda que en Valencia se celebró el pasado año la “cumbre nacional sobre la Jornada de Cuatro días”, también se ha hablado de crear una subvención para que las empresas se adhieran a esta iniciativa. Está sobre la mesa y el gobierno lo está estudiando, pero habrá que ver cómo se articula y si se incluye algún cambio en la normativa laboral”.
Para esta jurista “por muchas subvenciones que recibas si no tienes un estilo de liderazgo de dirección por objetivos es muy complicado que esta iniciativa cuaje realmente en nuestro tejido empresarial”.
Desde su punto de vista “no parece que esta medida pueda ayudar a reducir el desempleo en nuestro país. Las empresas se concentrarían en que en los cuatro días en los que están trabajando aumentasen su productividad. A corto plazo no creo que supusiera aumentar plantilla. Se concentrarían en que fueran más productivos”.
Por el contrario “si las empresas optan por la reducción de jornada con la reducción salarial vamos a ver actividad de la inspección de trabajo, denuncias y sentencias en los juzgados de lo social. Por eso es importante cambiar la normativa para evitar el fraude”.
Estas empresas que se acojan a la reducción de jornada “tendrán que diseñar un plan de desconexión digital como otras compañías. Ese derecho sigue vigente, si se trabajan las ocho horas habituales, no debe haber ningún problema para que este derecho se mantenga”, subraya nuestra interlocutora.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico.