“Los abogados deben controlar lo urgente en su trabajo para que no les acabe afectando psicológicamente”
Marisa Méndez, Psicóloga-Coach y Asesora Estratégica de Socios
Abogada, consultora internacional, experta en marketing y docente universitaria y ahora psicóloga y coach, Marisa Méndez ha conocido a fondo el sector legal desde diferentes perspectivas. Una actividad, la abogacía sujeta a la presión de los resultados que exige al máximo a los profesionales que se dedican a ello. Ahora compagina su tarea de psicóloga con su participación en el Comité de Bienestar del Instituto de Salud Mental (ISMA) presentado recientemente sociedad. “Hay que promocionar el bienestar emocional de los profesionales del Derecho a través de propuestas y medidas”; subraya.
Su perfil
La psicología es mi cuarta carrera profesional, aunque creo que llegar a ella ha motivado mi evolución. Mi primera profesión fue abogada y solicitor en el departamento de mercado de capitales de Londres en Clifford Chance. Lo dejé, tras un secondment en Merrill Lynch, para convertirme en consultora de cooperación internacional. La razón principal fue la desconexión que tenía con la realidad y conmigo misma y de la tomé conciencia durante unas vacaciones en Calcuta.
Tras una temporada fuera, regresé a España. Por una parte, desencantada con el tercer sector y, por otra, deseando volver a trabajar con sagaces y “difíciles” abogados, que permiten a mi intelecto funcionar a máximo rendimiento, pero ya en un puesto que me permitiría corregir algunas de las desconexiones que había visto en la relación de los abogados con los clientes.
Durante 15 años, he trabajado en marketing y desarrollo de negocio, primero in-house y después como consultora. A lo largo de los años, he descubierto que lo complicado para realizar estrategias de negocio es entrar en los cerebros y en los corazones de los socios y acompañarlos en reconocer sus sueños, retirar los miedos y los complejos que les frenan e identificar y reconocer la energía que les dan sus valores personales.
Para prestar mejor mis servicios he ampliado mi formación con el Grado en Psicología y estudios en IE, PNL, coaching, terapia y psicología general sanitaria, y ahora trabajo como Psicóloga-Coach y Coach Estratégico, principalmente, con profesionales del sector legal.
Después de revisar su rica actividad profesional, ¿cómo se definiría en estos momentos dentro del sector legal?
Me veo, salvando las distancias, como la psicóloga residente de Billions, Wendy Rhoades. Al conocer muy bien las exigencias del sector, los rasgos psicológicos prevalentes y las motivaciones de las personas, considero que puedo acompañarlos en retirar los obstáculos que les limitan y colaborar en su mayor bienestar emocional y satisfacción profesional.
¿Qué papel puede desempeñar un psicólogo en la abogacía de los negocios?
Un psicólogo que conozca bien los retos a los que se enfrentan los abogados y que cuente con su confianza (¡generamos entornos de bajísima confianza!), puede colaborar tanto con los profesionales como con sus clientes y bajo múltiples formatos: formando e implementando programas de bienestar emocional que reduzcan el estrés y potencien los entornos de confianza, realizando coaching a los clientes en los que cuestiones sentimentales o emocionales bloqueen la toma de decisiones legales – por ejemplo en derecho de familia o en duras decisiones empresariales – y, por supuesto, a través de sesiones terapéuticas y de entrenamiento en habilidades con los profesionales.
La profesión de abogado es dura por los objetivos que marcan los despachos. ¿Hay algunas técnicas para poder gestionar bien el tiempo y el estrés?
Hay técnicas dirigidas a personas que han desarrollado un trastorno relacionado con el estrés y aquellas que presentan un alto riesgo, como son el Entrenamiento en Inoculación de Estrés, Terapias de Solución de Problemas, el Entrenamiento en Autoinstrucciones y el Programa de Reducción del Estrés basado en Mindufulness (MBSR). Y lo mismo se aplica a las técnicas de gestión del tiempo, hay algunas para tomar conciencia de cómo “nos desorganizamos” como Eisenhower, y otras que “nos organizan”. Hay un rasgo prevalente en el sector que es el altísimo sentido de la urgencia, útil para ser buen abogado, pero que puede perjudicar nuestra salud y podemos aprender a dominarlo.
¿Qué le diría a un abogado al borde de una depresión? ¿Es bueno que se lo cuente a sus jefes o puede tener miedo a que le despidan?
Compartir pensamientos y sentimientos con nuestro entorno de confianza y acudir a un profesional sería lo adecuado para recuperarse. Si estamos al borde de una verdadera depresión, según los manuales diagnósticos, la reacción de los jefes no debería ser nuestra principal preocupación. Puede que sólo sea un estado de ánimo bajo que se ha de elaborar e integrar. ¡Tanto mensaje positivo está denigrando el papel funcional y vital que tiene la tristeza!
Me gustaría aprovechar y aportar mi granito de arena a eliminar el estigma de la depresión. No es algo elegido y cualquiera puede pasar por ello. Yo pasé por una y pedí ayuda médica pero no la compartí con familia ni amigos y me arrepiento porque habría sido mucho más fácil salir adelante.
¿Qué hacen realmente los despachos de abogados para que sus profesionales trabajen en un entorno de armonía? ¿Siguen pensando que un profesional presionado rinde mejor?
Considero que no hay respuesta única, ni siquiera de firma y que hay tantos estilos directivos como socios. Y hay múltiples iniciativas desde oficinas luminosas y agradables, medidas de conciliación y flexibilidad, sesiones de psicoeducación sobre hábitos de vida saludable o salir de copas un día a la semana. Y lo que se podría hacer desde ya es abandonar las actitudes agresivo-pasivas que son demasiado frecuentes en las firmas. Además, propondría aprender a comunicar asertiva y claramente y realizar intervenciones individuales en los abogados, ya que el estado de mayor motivación y productividad se consigue, principalmente, cruzando retos con habilidades y recursos para alcanzarlo.
¿Muchos problemas de los abogados se solucionarían con una verdadera conciliación de su vida personal y profesional?
Me gusta hablar de flexibilidad más que de conciliación, porque todos conocemos las exigencias del trabajo en una firma. Si los socios confiaran más en la responsabilidad de los profesionales que trabajan con ellos y en las bondades de la tecnología para estar disponibles fuera de la oficina, el trabajo sería más apetecible y reduciríamos muchas tensiones.
“Un trabajo flexible, con el apoyo de la tecnología, reduce las horas presenciales y elimina la mayoría de tensiones para poder mejorar tu vida personal”
Usted forma parte del Comité de Bienestar en Instituto de Salud Mental de la Abogacía – Mental Health Institute of Legal Professions (ISMA-MHILP) ¿Qué espera de esta entidad? ¿Hay algún modelo parecido en otros países?
Desde hace décadas hay entidades similares al ISMA, principalmente, en países anglosajones.
Es una gran noticia su creación, aunque lo de “la salud mental” asuste a muchos. Nos permitirá tratar con naturalidad todo lo relacionado con el bienestar emocional y con ciertos rasgos psicológicos y patologías con mayor prevalencia entre abogados.
Por ejemplo, la individualidad y el pesimismo que son tan positivos para un buen trabajo técnico, son muy perjudiciales para nuestra salud y relaciones interpersonales. Además, gracias al ISMA contaremos con datos reales de bienestar emocional en nuestra jurisdicción para proponer medidas concretas y adaptadas a nuestro entorno cultural.
¿Tienen los abogados más prejuicios que otros profesionales respecto a ir a terapia?
Puede ser. Yo nunca he ocultado cuando iba a terapia y me encontraba con rostros compasivos, hasta que un día un socio se me acercó y me dijo “Pero Marisa, ¿tienes problemas?” y contesté “Todos tenemos problemas, pero algunos nos atrevemos a resolverlos”
¿Qué opinión le merece la relación entre los abogados y la tecnología? ¿Es cierto que una mala sintonía puede generar abogados adictos al móvil y a la Tablet?
La tecnología es el gran aliado de la flexibilidad laboral, ya que nos permite “estar en más de un sitio a la vez” y abogados y clientes se benefician de ella. Pero, el abuso individual puede llevar a las adicciones y el abuso desde los socios o responsables de equipo puede llevar a pretender que sus profesionales estén siempre conectado y listos para responder. Una vez más, poner límites y respetarlos nos permite quedarnos con las ventajas de las tecnologías de la comunicación.
“Es una gran noticia la creación del ISMA en España , aunque lo de “la salud mental” asuste a muchos. Nos permitirá tratar con naturalidad todo lo relacionado con el bienestar emocional”.
Por @LuisjaSanchez, periodista jurídico