La batalla por el negocio legal esta ahí. La crisis generada por la pandemia ha generado en todos los países una sobrerregulación que las empresas a duras penas entienden. De ahí que el papel de despachos de abogados y firmas de servicios profesionales sea el de traducir ese entorno normativo para ganar en gobernanza y evitar cualquier tipo de sanción.
Recientemente la firma de servicios profesionales EY, una de las Big Four del mercado ha lanzado Core Law, un servicio legal administrado (LMS) escalable que puede ser utilizado por pymes y empresas más grandes que desean un soporte más flexible.
Desde EY se explica que Core Law es un servicio envolvente y es rentable. La mayoría de este tipo de servicios se ha centrado sobre todo en bancos más grandes y entidades financieras para los que un despacho o asesoría suscribe acuerdos multianuales.
Sin embargo, un nicho de mercado poco abastecido son las pymes y las startups, empresas de gran crecimiento. Hay que darse cuenta que muchas de esas empresas tienen otra problemática más del día a día que hay que atender. El reto de EY es que este LMS que lanzan ahora desde Londres pueda llegar a este colectivo y les ayude a ser más eficaces y atender sus necesidades.
Ahora, con Core Law, las empresas pueden trabajar con una serie de servicios que reciben un precio fijo y equilibrado. Se trata de ayudarles en la gestión de sus obligaciones legales, tanto a nivel de contratación y cumplimiento.
Este es un servicio escalable, que se adapta a las necesidades de cualquier empresa y que pretende solventar sus necesidades legales. En este escenario es interesante la relación que se mantiene entre abogados internos, cuando los hay y el equipo externo de consultoras como EY. De hecho, resulta fundamental que esa relación fructifique para que el servicio legal que ofrece esta Big Four funcione y sea operativo.
Desde Ey señalan que se ofrecen dos modelos de pago: pago por tiempo, o también hay un modelo de gasto mínimo, que tiene dos niveles, £ 25,000 o £ 50,000 al año. Se trata sobre todo que utilicen el servicio y se den cuenta de la necesidad de contar con este servicio legal para ser competitivo.
Para este Big Four la clave de un servicio de este tipo es ser trasparente, ofrecer tarifas fijas, adecuadas a todos los bolsillos y dar un servicio flexible que responda a las necesidades de las empresas.
De hecho, tanto las startups, como las pymes, además de las necesidades legales pueden tener otro tipo de demandas jurídicas que hay que atender cuando surjan.
En este escenario llegaron algo más de hace diez años los ALSP, como modelos jurídicos alternativos, siguiendo la estela de Axiom en EUU. En nuestro país, firmas como Legal Army, Samaniego Law, Attolon o Ambar trabajan de esa manera flexible y transparente, como ahora EY quiere hacerlo a nivel continental.
Para dar este servicio, los profesionales de EY son conscientes que deben ponerse en la piel de sus clientes y entender el negocio. No se trata únicamente de dar un servicio jurídico a medida sino sobre todo conocer ese negocio y la problemática. Porque cualquier negocio si tiene la parte legal resuelve puede crecer con más tranquilidad sin pensar que puede tener problemas con los reguladores de protección de datos o fiscal.
Big four crecen en el sector legal
Hay que recordar que EY en el verano del 2018 adquiría Riverview Law, una firma británica de servicios jurídicos legales que respaldó la expansión de sus servicios de gestión legal a nivel mundial.
Esta adquisición reforzó la oferta de servicios legales de EY Law y ha ayudado a sus clientes a aumentar la eficiencia, gestionar el riesgo, mejorar la transparencia del servicio.
En los últimos años, el sector jurídico dejó de ser coto exclusivo de los bufetes hace mucho tiempo. Entre los proveedores de servicios alternativos, las firmas de externalización y todo tipo de negocios jurídicos, el nuevo léxico de la industria se ha ampliado, y en el proceso se ha convertido en el dominio de las grandes consultoras, las Big Four.
El entusiasmo de Deloitte, PwC, EY y KPMG por la industria jurídica ha fluctuado desde que estas firmas hicieron su primera incursión en el sector hace 25 años, poniendo en su punto de mira a importantes despachos.
Ahora sus áreas legales son importantes, lo que ha definido al mercado legal más competitivo que antaño. El núcleo de la estrategia jurídica de las Big Four sigue siendo, no obstante, el mismo: ofrecer servicios centrados en solucionar los problemas de las empresas.
Lo que también ha emergido dentro de las prácticas jurídicas de las Big Four es un interés en utilizar la tecnología para hacer el asesoramiento legal más eficiente, y para capitalizar la mejora del funcionamiento de los equipos internos a través de servicios de «operaciones jurídicas».
Habrá que ver quien conquista el mercado de las pymes y startups, un mercado emergente y complicado por la diversidad de la casuística empresarial que coexiste. De momento EY ha dado el primer paso con Core Law y es previsible que otras firmas sigan sus pasos.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico