Pocos profesionales conocen como ella el mundo de la abogacía tanto desde dentro porque durante una primera etapa profesional se encargó del departamento de marketing y comunicación de Baker Mckenzie en Barcelona, para luego desarrollar su exitosa carrera profesional en el mundo de la gestión de despachos y consultoría.
Eugenia Navarro, socia directora de Tama Projects, es consultora de marketing estratégico para despachos y firmas profesionales en Europa. A lo largo de esta conversación que mantenemos con ella nos analiza la irrupción del teletrabajo como elemento clave para mantener la relación abogado y cliente.
Esta experta en gestión de despachos nació en Barcelona. Es Ingeniera Industrial por el Instituto Químico de Sarrià y realizó un Master en Dirección Estratégica en Esade que cambió radicalmente su ocupación profesional para dedicarse al marketing de servicios.
En su etapa como ingeniera se dedicó al mundo de la calidad quality assurance y fue auditora para Unilever a nivel internacional
Desde su punto de vista, el teletrabajo, como herramienta ahora utilizada por empresas o despachos de abogados “no puede ser la única manera y que sin lugar a dudas no puede sustituir al conocimiento de las personas”.
De cara a como gestionar bien esta nueva herramienta, esta experta señala que “Sin duda planificar su tiempo, evitar distracciones y ser rígido en su horario de trabajo y sus momentos de recompensa (descanso)”.
En teoría, el teletrabajo no sería la forma más adecuada en esta relación de confianza entre abogado y cliente ¿Cómo se están adaptando los abogados a esta cuestión?
No estoy tan segura de que no sea la forma más adecuada. Una vez has decidido quien es tu abogado, el teletrabajo es una forma válida de trabajar que permite flexibilidad y que es muy adecuada para determinados tipos de materias.
Justamente uno de los tabús que se romperá después del COVIS-19 es que el teletrabajo es viable sin pérdida de eficiencia. El problema es que no puede ser la única manera y que sin lugar a dudas no puede sustituir al conocimiento de las personas.
Los vínculos emocionales entre abogado- cliente son muy importantes, porque se genera una sintonía que hace que el trabajo y el entendimiento sea más fácil y rápido.
¿Dónde está la clave para que la relación con las empresas y asesores jurídicos pueda funcionar de manera adecuada?
La clave, como bien decías antes es la confianza avalada desde la experiencia. La relación entre abogados y las empresas será cada vez más colaborativa, formarán parte de su equipo y sabrán exactamente a quien preguntar qué.
La abogacía es un negocio de confianza y personas, la manera en que se comuniquen no será lo más relevante, lo que sí será importante es la capacidad de acceso, la respuesta rápida y el compromiso en el asesoramiento, es decir, acompañar al cliente en la toma de decisiones.
¿A nivel de gestión de la firma, como se organiza este teletrabajo entre un despacho de abogados?
Muchos despachos tenían ya un protocolo de teletrabajo en caso de que hubiese una catástrofe, más bien de tipo física. La verdad es que el COVID-19 sobrepasa las expectativas de incidentes. Los equipos pueden funcionar perfectamente por email, o por video conferencias… Creo que se ha ganado mucho tiempo que se pierde en los viajes y que sin duda los permisos para el teletrabajo crecerán después de esta crisis.
El COVID_19 funcionará como un acelerador de las tecnologías usadas en los despachos para el trabajo en remoto. Es verdad, que nos faltará formación sobre cómo trabajar de esta manera y cómo generar hábitos de eficiencia.
¿Qué debe hacer un abogado que teletrabaja a la hora de organizar su tiempo?
Sin duda planificar su tiempo, evitar distracciones y ser rígido en su horario de trabajo y sus momentos de recompensa (descanso)
¿Qué precauciones debe tomar para que realmente esa jornada sea productiva?
No se puede teletrabajar con el móvil encendido al lado, porque la distracción es máxima, sobre todo en estos momentos en que las redes echan humo.
Es necesario planificar cuarenta minutos de teletrabajo con plena atención, si no la eficiencia baja en picado.
Las comunicaciones deben estar pautadas y es bueno crear un horario de trabajo y de ocio. Si no puede ser que estén enganchados todo el día al ordenador pero no de manera efectiva, generando una sensación de agobio.
¿Considera que si el teletrabajo funciona puede ser una herramienta que puede ayudar a la conciliación de la vida personal y familiar de los abogados?
Sí, pero si se dan las condiciones optimas para ello. Teletrabajar con niños en casa o en confinamiento, no es lo mismo que cuando se está preparado para ello. En determinados momentos estar en casa puede ayudar a la concentración y a evitar distracciones.
Creo firmemente que para determinados tipos de tareas, como por ejemplo preparar un pleito, estar en casa puede ser de ayuda.
¿Cree que la puesta en marcha de esta herramienta puede modificar la forma interna de trabajar de los despachos y crear estructuras más horizontales sin tanta jerarquía?
No creo que el teletrabajo vaya en contra de la jerarquía, pero sí del presencialismo sin sentido. La jerarquía forma parte de modelo tradicional piramidal y no creo que afecte.
Lo que sí puede ocurrir es que se planteen nuevos modelos como por ejemplo firmas virtuales o productos virtuales por lo que se pueda ofrecer un servicio óptimo a precios más competitivos y en colaboración con otros profesionales independientemente de dónde estén.
La abogacía se volverá más rica en formas y modelos de servicio.
¿Cómo perciben las empresas clientes la realidad del teletrabajo de su despacho de abogados? ¿Realmente les importa la forma de gestionar dicho trabajo en el fondo?
No creo que les importe cómo se gestione el trabajo si el accedo a su abogado es bueno, la respuesta rápida y el trabajo de calidad.
Creo que muchos clientes están agradeciendo la total disponibilidad de sus abogados en este período tan complicado.
Lo que algunas firmas que no hayan sido capaces de dar soluciones rápidas porque no estaban preparadas para teletrabajar tendrán que dar un empujón si no lo han hecho ya, para prever que toda la firma pueda trabajar en remoto. El futuro está aquí.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico.