El año que se inicia requerirá a empresas y despachos un esfuerzo formativo adicional para transformar la cultura corporativa y adaptar productos y servicios al cliente.
Tal y como comenta Alejandro Touriño, socio director de ECIJA en este mismo blog hace algunos días, “La pandemia ha acelerado la digitalización del sector y le ha exigido ponerse a la misma velocidad que sus clientes.”
Y es que en veinte meses las empresas y los despachos abogados han avanzado más que en la última década a nivel de digitalización. Aquello que era accesorio se ha convertido en fundamental. Los despachos aprovechan mejor el tiempo y reducen sus viajes a lo imprescindible para dar un mejor trato al cliente
Tanto pymes como grandes empresas se han dado cuenta de los beneficios y ventajas que aporta la digitalización de sus empresas, de los procesos y métodos de trabajo y de la cultura corporativa.
De hecho, durante los meses de confinamiento, aquellas empresas ya digitales tuvieron más facilidades para seguir funcionando, en comparación con otras que tuvieron que parar sus procesos, o incluso, cerrar sus puertas.
Si el 2020 fue, para muchos, el año de abordar la transformación digital de forma urgente, el 2021 podría considerarse como el año de la consolidación digital.
En este entorno los despachos han reforzado la capacitación de sus profesionales en materia digital, la transformación de la cultura corporativa, la integración de tecnologías en el ámbito laboral, la implementación de nuevos modelos de trabajo más innovadores y eficientes y el fortalecimiento de la presencia online, han sido algunas de las claves que han permitido a las empresas seguir siendo relevantes y competitivas en el nuevo panorama.
Sin embargo, aún hay mucho por hacer. Como señalaba recientemente Alejandro Sánchez del Campo en otra entrevista, “todavía las firmas legales tienen trabajo por delante a la hora de implementar herramientas LegalTech propias, fuera de la videoconferencia y de la firma digital”.
Desde su punto de vista es cuestión de darse cuenta que el uso racional de la tecnología mejorará la eficiencia interna y la atención a los propios clientes.
Desde el ecosistema digital THE VALLEY entorno colaborativo y abierto que ofrece soluciones basadas en tecnología para la formación, la selección de talento y la digitalización se definen los cinco retos digitales para este próximo año para las organizaciones.
• Formar a los profesionales en competencias digitales para ser más eficientes.
A nivel empresarial, las profesiones tecnológicas son, sin duda, las protagonistas de gran parte de la oferta de empleo que existe actualmente. Perfiles como Digital Product Manager, Product Designer, Data Scientist, Business Data Analyst o expertos en negocio digital o sistemas Cloud son altamente demandados por empresas de todos los sectores.
No obstante, y a pesar de la alta demanda de profesionales digitales y tecnológicos, actualmente no existen suficientes perfiles preparados, a nivel técnico, para asumir este tipo de roles que garantizan la empleabilidad.
A nivel de despacho es evidente que la formación en estas herramientas digitales ha crecido. Se trata de que los abogados conozcan bien la tecnología que tienen a su servicio para ser más competitivos.
Ahorrar tiempo, ser más eficiente y tener tiempo para conciliar la vida personal y profesional son otros alicientes para que abogados y asesores jurídicos de empresa se decanten por la tecnología y le pierdan el miedo.
• La importancia de las soft skills en la era de las máquinas.
En un entorno en el que las máquinas van asumiendo cada vez más nuevas tareas y procesos mecánicos y repetitivos, los profesionales destacan por sus soft skills, o habilidades blandas que les diferencian de las máquinas y les permiten aportar valor añadido a las empresas.
Así, aptitudes como el pensamiento crítico y analítico, la creatividad para abordar nuevos retos, la capacidad de gestionar tiempos y equipos, la inteligencia emocional en el modelo híbrido, la capacidad estratégica para liderar proyectos o la predisposición al cambio, son tan solo algunas de las habilidades que más destacan en el panorama laboral actual, y que permitirán a los profesionales ser exitosos en este entorno.
• Más allá de la digitalización de procesos, una cultura corporativa basada en la innovación.
Lo comentaba Eva Bruch, abogada y socia fundadora de la consultora de innovación Alterwork “Los despachos han abordado gracias a la pandemia una mejor gestión del talento y su transformación digital“.
A juicio de esta experta, el proceso de digitalización va mucho más allá de integrar tecnologías en el día a día o el uso de herramientas digitales, siendo la redefinición y transformación de la cultura empresarial, uno de los pilares fundamentales.
Los cambios que se han vivido estos últimos años han traído como consecuencia la necesidad de una cultura corporativa basada en la innovación y en la que la flexibilidad, la colaboración y el bienestar en el entorno de trabajo sean claves para atraer, retener y fidelizar al talento.
Por ello, el reto para las empresas y despachos está en adaptar sus modelos, procesos y métodos de trabajo a este nuevo paradigma para fomentar un entorno de trabajo más innovador, eficiente, productivo y, sobre todo, colaborativo, cuya esencia esté en formar a los empleados y hacerles partícipes del cambio.
•Adaptación de servicios, productos y canales a las demandas al entorno digital.
Este quizá sea uno de los retos que está pendiente por desarrollar en el mundo de la abogacía en los próximos años. De momento el desarrollo de servicios digitales legales es escaso en la abogacía tradicional, frente a plataformas tecnológicas como es el caso de LexGoApp que permiten la interacción de los abogados con sus clientes sin cortapisas.
En un contexto marcado por la pandemia y restricciones de movimiento parece lógico que al igual que las empresas y pymes han desarrollado negocios con entorno digital que les ha permitido seguir operativos, los despachos den ese paso en el futuro.
Ahora, el reto está en amoldar los productos y servicios al ritmo de la demanda del ese potencial cliente digital, reforzar los canales online y alinear mensajes al nuevo estilo de vida postpandemia, para poder seguir siendo competitivo y relevante en el nuevo entorno.
• Alianzas estratégicas enmarcadas en la transformación digital.
Para abordar el proceso de digitalización de la manera más adecuada posible, lo ideal es contar con el asesoramiento y acompañamiento de expertos en transformación digital.
En el caso de las firmas legales, en algunas de ellas ese proceso de transformación digital ha venido impulsado por su departamento tecnológico y de innovación, en el que coexisten abogados, desarrolladores e ingenieros para crear herramientas que hagan al bufete más competitivo.
Ferrán Sala, director general de VLEX España, explicaba en otra entrevista en este blog que “ El uso de la tecnología ayuda al abogado a ser mejor profesional y a consolidar su relación con los clientes”.
Esta compañía tecnológica acaba de lanzar VlexTv “queremos democratizar el acceso al conocimiento jurídico, permitiendo que cualquier abogado pueda acceder al mejor conocimiento, se encuentre donde se encuentre”.
Así, estas alianzas estratégicas facilitarán a las empresas que estén pasando por el proceso de transformación, todo lo relativo a la formación de sus profesionales y la transformación de su cultura corporativa, la implementación de metodologías de trabajo innovadoras y la optimización de procesos internos, además de ayudarles a aumentar su notoriedad de marca y adaptarse al nuevo entorno.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico
