Moisés Barrio, Letrado del Consejo de Estado y experto en derecho digital, lidera la publicación de una obra sobre LegalTech en la que una veintena de profesionales analizan estas herramientas aplicadas al mundo de la abogacía.“Legal Tech. La transformación digital de la abogacía (dir). Editorial Wolters Kluwer,” Madrid. Bajo su punto de vista el uso de la Legaltech hará a los despachos mejores en todas sus facetas.
Podría explicarnos su evolución profesional, ¿Cómo irrumpe en el mundo tecnológico?
- Aprendí muy joven a programar y me enamoré de la informática gracias a un 8086 de segunda mano que me regalaron mis padres, que tenía una pantalla de fósforo verde y disquetera de 5 1/4. Luego en 1992, con once años, fundé una empresa de software, IDESOFT, que sigue activa en la actualidad.
Desde 2004 soy Abogado ejerciente del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y asesoro desde entonces a diversas empresas tecnológicas. Más adelante empecé a dar clases en la Universidad. Luego gané las oposiciones a Letrado del Consejo de Estado, me doctoré en Derecho y sigo cultivando el Derecho digital desde ambos mundos, el jurídico y el tecnológico”
Hoy solo se habla de transformación digital ¿Qué dimensiones reales tiene el cambio que se avecina en nuestra sociedad y empresas?
El cambio ya está teniendo lugar y afecta a todos los aspectos y sectores, hasta el punto de que la transformación digital no es un momento de cambios sino un cambio de época. La revolución disruptiva que viene de la mano de la robótica y la IA, la tecnología blockchain, el Internet de las Cosas y el 5G lo cambiará todo, por lo que es urgente adaptarnos como personas, empresas, administraciones y como país.
¿Cómo cree que el mundo de la abogacía está respondiendo al mismo? ¿Va a cambiar mucho el ejercicio de la abogacía tras el impacto tecnológico?
La abogacía está en proceso de transformación digital, pero queda mucho por hacer. Como indica el informe 2019 Future Ready Lawyer (El abogado del futuro), de Wolters Kluwer, sólo un tercio de los abogados (el 34 %) cree que su organización está muy preparada para seguir el ritmo de los cambios en el mercado jurídico, y sólo el 22 % ha empezado a implementar la transformación digital en su organización. Pero los abogados ya nos hemos adaptado anteriormente con éxito a otras tecnologías, como los procesadores de texto, Internet y las bases de datos digitales.
¿Qué evolución se está viendo en el fenómeno legaltech en nuestro país?
Muy positiva. El sector legaltech español se encuentra en un momento fantástico para hacer buen trabajo legal y de forma diferente y competitiva, ajustada a las nuevas demandas de los clientes.
Podemos destacar como grandes grupos: 1) las herramientas para que un profesional o despacho lleven la gestión de clientes, asuntos o minutación; 2) los servicios de asesoramiento legal automatizado para los ciudadanos, donde es posible por ejemplo obtener asesoramiento o incluso tramitar reclamaciones sencillas;
En tercer lugar estarían 3) los marketplaces jurídicos o plataformas que facilitan que el profesional se dé a conocer y que un potencial cliente encuentre al abogado que más le conviene por cercanía o coste, incluso valorando y puntuando el servicio recibido; 4) las empresas de externalización del trabajo jurídico para los despachos y departamentos jurídicos;
Otro elemento importante sería, en quinto lugar, 5) las herramientas de automatización documental para autogenerar contratos por ejemplo, así como herramientas de e-discovery y revisión documental (6); 7) análisis predictivo de casos, capaces de predecir decisiones futuras con base en el estudio sistemático de las ya producidas; y 8) todos los servicios online para apoyar el aprendizaje y la formación jurídica.
Usted ha dirigido una monografía sobre Legaltech con artículos de más de cuarenta de expertos ¿Qué conclusiones se queda con esta obra?
Todos los veintisiete capítulos del libro aportan claves prácticas en todas las áreas afectadas, desde el blockchain, los perfiles demandados o la gestión de las firmas legales, por ejemplo. Como reflexión general, si una tarea puede ser automatizada, como la gestión documental y revisión de formularios, la búsqueda de jurisprudencia, la facturación o la contabilidad, lo será, pero no debe verse como una amenaza para el abogado, sino como oportunidad para centrarnos en tareas más creativas y de alto valor de la práctica legal.
¿Qué impacto tendrá en la gestión de los despachos? ¿Con una buena legaltech un despacho pequeño puede ser tan competitivo como uno grande?
Como bien explica Markus Hartung en el epílogo del libro, el mayor competidor de una firma de abogados es una mejor firma de abogados, y no una firma Legal Tech.
Los abogados por cuenta propia y los despachos que incorporan herramientas legaltech se están convirtiendo en mejores firmas de abogados que pueden brindar a sus clientes un mejor servicio en comparación con otras firmas y ser más competitivos, así como mejorar precios, calidad e innovación, factores determinantes del éxito empresarial.
Desde fuera, también puede mejorar la relación con el cliente. ¿Considera que con estas herramientas habrá una mejor comunicación despacho y asesor jurídico?
Así es, de hecho una de las grandes razones del cambio es que lo pide el propio cliente. No sólo quieren tener acceso a la intranet del despacho para seguir en tiempo real el asunto, sino que ellos mismos están llevando a cabo su propia transformación digital y exigen «más por menos», porque a ellos se lo vienen exigiendo sus clientes. También explicamos en el libro los diversos programas que despachos punteros y firmas legales de las Big Four están desarrollando al respecto.
¿Qué encaje legal tiene estas herramientas tecnológicas realmente? ¿Hay que pensar en un entorno desregulado, tipo sandbox para que puedan crecer y desarrollarse?
De momento, y salvo el caso del sandbox para blockchain por sus implicaciones metajurídicas, no considero urgente promulgar una legislación específica. Me parece más prioritario que los juristas adquieran una comprensión básica de la programación informática y de las tecnologías digitales: no se trata necesariamente de saber programar, sino de entender ese lenguaje de programación por ejemplo. Debemos conocer primero el por qué, para después buscar el cómo. Pienso que es prioritario la formación y actualización tecnológica de todas las profesiones jurídicas, no sólo de los abogados.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico.
¿Necesitas un abogado especialista en LegalTech? En LEXGOApp contamos con un amplio directorio de abogados especialistas, que puedes consultar si compromiso.