Cuando reflexionamos sobre la transformación del sector legal, a menudo nos enfocamos en la capacitación continua o la reconversión de habilidades para los abogados. También se destaca la importancia de equipos multidisciplinarios, donde profesionales con diversas formaciones colaboran, como Legal Project Managers, Legal Operations Officers, analistas de datos, ingenieros, product managers y diseñadores UX, especialmente en grandes despachos y departamentos jurídicos corporativos.
Sin embargo, existe otra categoría de profesionales que desempeña un papel activo y sustancial en el desarrollo y éxito de los servicios legales: los paralegals. Aunque este perfil es especialmente reconocido en Estados Unidos y Reino Unido, en España, las señales del mercado y los comentarios de los actores clave del sector indican una creciente demanda de paralegals. A pesar de ello, la oferta de candidatos cualificados no siempre satisface esta demanda, lo que resalta la necesidad de una mayor formación y cualificación en este ámbito.
El valor añadido del paralegal moderno radica en su capacidad para reunir un conjunto completo de habilidades: comunicación sólida, atención al detalle, motivación para entornos dinámicos, rapidez de aprendizaje y disposición para asumir responsabilidades. Este perfil se destaca por gestionar grandes volúmenes de documentos, buscar soluciones tecnológicas para mejorar la eficiencia del equipo legal, su independencia, iniciativa y capacidad para trabajar tanto de forma independiente como en equipos interdisciplinarios.
Aunque los paralegals no pueden ofrecer asesoramiento legal directo a los clientes ni representarlos en los tribunales, prestan un servicio de soporte en diversas tareas, como investigación, gestión y redacción de documentos legales, coordinación de reuniones y citas, y preparación de casos y entrevistas con clientes y testigos.
Sin embargo, el sector legal está experimentando una transformación, y la Inteligencia Artificial (IA) está reemplazando gradualmente a aquellos profesionales que realizan tareas rutinarias y de poco valor añadido, a menudo relacionadas con la administración y la gestión. La integración de la inteligencia artificial y la automatización en tareas específicas de los paralegals, como la revisión de documentos y la gestión de información, ya es una realidad.
En este contexto de cambio, los que aspiran a ser paralegals o ya desempeñan esta función se encuentran ante dos opciones. La primera, y quizás la más evidente dada la evolución tecnológica, es desaparecer. La segunda, la que nos ocupa, implica evolucionar, apostando por la formación y la transformación. Los paralegals también necesitan un proceso de upskilling o re-skilling, similar al necesario para otros profesionales del sector.
Caminando hacia adelante, con miras a ampliar su alcance en la gestión de proyectos legales, la transformación digital y la colaboración multidisciplinaria, nos encontraremos ante una demanda creciente de estos profesionales en España y América Latina.
Al examinar las ofertas de trabajo para paralegals en plataformas como LinkedIn, se evidencia una alta demanda de estos perfiles tanto en despachos como en asesorías jurídicas. Además, se observa una tendencia a ampliar las funciones tradicionales de los paralegals hacia la gestión de proyectos, la reingeniería de procesos y la incorporación de tecnología.
Los paralegals del futuro enfrentarán dos retos: comprender un entorno legal cada vez más complejo y alineado con los negocios, y adaptarse a nuevos marcos de trabajo, incluyendo la gestión de proyectos, procesos y tecnología legaltech. La capacidad para trabajar de manera efectiva en equipos interdisciplinarios será una habilidad valiosa, junto con otras power skills como la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la flexibilidad de enfoque.
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