Se estima que el mercado global del metaverso tendrá un valor superior a los 100.000 millones de dólares en 2022 y que crezca 1.528.000 millones de dólares para 2029.
Aunque todavía se encuentra en una fase temprana y emergente, las empresas ya deben empezar a generar valor a partir de los conceptos y tecnologías del metaverso.
Un experto como Duncan Roberts, Senior Manager de Cognizant, sugiere cuatro escenarios sobre cómo el metaverso podría beneficiar a las operaciones de las empresas:
1. Construir relaciones más sólidas con los clientes
Gartner estima que, para 2026, alrededor del 25% de las personas pasará al menos una hora al día en el metaverso.
Esto supone una oportunidad para que las empresas conecten con estos posibles nuevos clientes en estas plataformas.
Con el uso de la realidad virtual (VR)/ realidad aumentada (AR), los usuarios se hacen una idea concreta del tacto, la sensación y el tamaño del producto.
Por ejemplo, las empresas de coches de segunda mano están introduciendo a los compradores potenciales en su metaverso para que puedan ver el coche que les interesa «de cerca» en lugar de simplemente en 2D. El metaverso convierte el descubrimiento de nuevos productos en una experiencia tridimensional.
2. Mostrar la sostenibilidad con AR
Otra cuestión que plantea este experto es que las empresas quieren ser más sostenibles y socialmente responsables, pero mostrar ese tipo de información puede ser complicado.
Gracias al metaverso, la información sobre el origen de los productos y la huella de carbono puede presentarse visualmente, por ejemplo, haciendo que los usuarios escaneen los productos en el metaverso.
De este modo, las empresas pueden mostrar qué pasos están dando y presentarse como líderes medioambientales y sociales.
3. Mejorar el teletrabajo
Para los empleados que trabajan desde casa, el metaverso también puede ser muy útil. Las empresas pueden apoyar a su personal a distancia con formación e interacción social.
El teletrabajo que ya ha entrado en nuestras vidas como compañero habitual, tras la pandemia del Covid19 y que en muchos casos ha derivado hacia un modelo híbrido también podrá beneficiarse del desarrollo de este entorno virtual
Así Roberts destaca que, por ejemplo, los empleados del metaverso pueden experimentar con gemelos digitales, una representación virtual de un objeto o sistema, y aplicar ese conocimiento en el mundo físico.
También abre la puerta a la colaboración con otros empleados y clientes para desarrollar y configurar nuevos proyectos sin tener que estar en el mismo lugar al mismo tiempo.
4. Nuevos niveles de mantenimiento
También este experto destaca que la visualización de datos in situ y el acceso a la información mejoran la productividad.
Por ejemplo, el uso de gemelos digitales puede facilitar, a alguien que tiene que ayudar a distancia a otro, ver qué es lo que falla en el equipo. De este modo, el usuario puede obtener instrucciones inmediatas sobre cómo solucionarlo.
Las empresas de servicios públicos, por ejemplo, pueden utilizar el metaverso para trabajar en la infraestructura que hay que desarrollar y probar las renovaciones o modificaciones necesarias a distancia antes de hacerlas realidad.
En este escenario, lo importante es saber por dónde empezar. Para ello, es conveniente tener en cuenta los siguientes consejos:
1. Identificar qué problemas podría resolver o qué beneficios podría obtener mediante el despliegue de experiencias de realidad aumentada inmersiva.
2. Evitar las soluciones aisladas y aprovechar los ecosistemas y plataformas existentes.
3. Pensar en la escalabilidad y en cómo cada componente del metaverso va a funcionar con los demás componentes para crear las mismas experiencias que quieres ofrecer como empresa.
4. Y sobre todo, mantener el más alto nivel de privacidad, seguridad y ética. El metaverso está todavía en sus inicios y en esta fase temprana es el momento perfecto para prestar mayor atención adicional a estos temas.
Metaverso y su desarrollo
Otro experto como Joaquin Matinero, es abogado en Roca Junyent en el departamento bancario financiero de la firma. Aporta amplia experiencia en derecho bancario y derecho financiero, así como asesora a empresas y proyectos de los sectores Fintech, Blockchain y los eSports.
Su visión del futuro del metaverso no puede ser más clara “al igual que la aparición de Facebook Instagram y Amazon empezaron a desarrollarse diferentes negocios de Ecommerce que dieron valor a Internet, o el ejemplo más claro de las criptomonedas donde el hecho que de que empresas o clubes de futbol quieran aceptar esa moneda para hacer operaciones o Master y Visa genera la seguridad jurídica suficiente para que se pueda invertir”.
Desde esa perspectiva, “hay que encontrar un punto de conexión de este tipo que realmente sea útil y aporte valor para el desarrollo del metaverso».
A su juicio, es importante que las obligaciones derivadas del metaverso tengan eficacia en el mundo real.” La clave de su desarrollo es su interoperabilidad de ambos mundos, físico y virtual para que pueda ir escalando. Lo importante de este entorno es aportar valor y nuevas soluciones que hasta la fecha es hacerlo en el mundo físico”.
Matinero cree que los planteamientos de Roberts “si se alcanzan realmente será el éxito rotundo del metaverso a medio plazo. Así en cuanto al tema del teletrabajo con equipo de distintas partes del mundo el reto es que se puedan dar soporte al otro”.
Sobre el teletrabajo este jurista cree que “si el desarrollo es como señala Roberts las empresas tendrán que crear nuevas formas de control o flexibilizar las relaciones laborales, de tal forma que el trabajador cumpla sus horas sin que haya un horario de 9 a 3 como existe ahora”.
A este respecto, este jurista se pregunta por el futuro de los accidentes laborales in itinere “habrá que ver cómo se gestionan esos accidentes en el metaverso y si realmente pueden producirse en este nuevo entorno y que son habituales en una relación laboral habitual”.
En este contexto “es previsible que haya un cambio a nivel regulatorio y normativo a nivel europeo. Estos cambios legales serán clave para facilitar este nuevo tipo de negocio que impulsa este mundo virtual”.
Desde su punto de vista la cuestión de la privacidad “es uno de los retos más importantes porque si se gestionan bien los datos se podrán evitar cualquier tipo de filtraciones que suceda en el metaverso y se podrán aprovechar de esa forma los datos económicos”.
En este punto hay ya un debate abierto sobre si el metaverso debe contar con un régimen jurídico propio “habrá que ver realmente que se hace. Pero con tecnologías disruptivas como en su día fue Internet, nunca hubo una ley para regularlo, no existe una ley blockchain o criptomonedas en genérico”.
Sin embargo cree que “habrá leyes que tengan que adaptarse a este entorno virtual para dar cobertura a estos nuevos modelos de negocio o formas de interaccionar como sucedió en el año 2002 con los contratos click de comercio electrónico. Es previsible cierta modificación del Código Civil en este nuevo entorno virtual”.
Para este jurista como último aspecto “que sería el que tendría mucha importancia, es que se podrán ofrecer soluciones para empresas multinacionales las 24 horas al día los siete días de la semana. De esa forma se podría asemejar lo presencial con lo virtual”.
Metaverso y su uso real
Este jurista es consciente que el desarrollo de metaverso está siendo incipiente en estos momentos “empieza a haber algún prototipo en la actualidad interesante, pero el cambio no vendrá de la noche a la mañana. Los cambios se tienen que hacer con cabeza y sobre todo deben aportar valor. Habrá algunos que aporten valor y otros serán una actividad de marketing”.
En su opinión, “se trata de dotar al metaverso de proyectos con valor de uso que solucionan eficiencias de escala. Así en lo relacionado con el teletrabajo, que permite que no tengas que desplazarte a tu centro de trabajo, permite que sea más cognitivo y un tipo de trabajo más remunerado, el metaverso puede tener su espacio de uso”.
Desde su punto de vista “hay que darse cuenta que el uso de estas tecnologías disruptivas no será necesario para todo el mundo. Es lo que está sucediendo con la evolución del blockchain. Por ahora, no se ven casos de uso que todo el mundo necesite implementar en el metaverso”.
En el caso de las pymes que hagan negocio en el metaverso, “supondrá una diferenciación respecto a su competencia. Es posible que haya necesidades que vayan surgiendo. Por ahora es un campo por explorar con muchas oportunidades, pero no hay de momento un modelo de negocio preestablecido”.
Matinero es consciente que se este cambio se va a realizar de forma activa “todavía no existe un caso de uso destacado que nos pueda indicar que el metaverso tiene un uso específico. Es un proyecto que pueda ayudar al ahorro de costes pero no tenemos aún una aplicación práctica».
Este experto subraya que no se puede olvidar que “ el metaverso de Meta ha tenido unas pérdidas notables, su desarrollo es enorme pero aún no ha enganchado a un número importante de usuarios ni tampoco se ve un uso a nivel empresarial”.
Sobre el uso que las pymes puedan hacer del metaverso, Joaquín Matinero insiste en señalar que “las empresas deben testear y aprender antes de crear cualquier modelo de negocio en el metaverso deben entender qué tecnología están usando y qué es lo que puede aportar de diferente en este contexto nuevo”.
Junto a ello, “hay que ser consciente de la inversión que se puede realizar para impulsar nuestra actividad empresarial en el metaverso. Debe ser una inversión que realmente compense y que además habrá que tener claro cuáles son las potencialidades que se derivan de estar en el metaverso”.
Desde su punto de vista “estar en el metaverso puede hacer que aceptemos Bizum y otras formas de pago electrónico que son más ágiles si nuestro negocio tiene la innovación e inmediatez que requiere este tipo de entornos».
En su opinión, “las empresas con un componente digital en su negocio podrán tener más sencillo acceder al metaverso y adaptarse a este escenario con un tiempo de aprendizaje menor que otras actividades más convencionales”.
Por @LuisjaSanchez, periodista jurídico, Duncan Roberts, Senior Manager de Cognizant y Joaquín Matinero, abogado experto en Derecho Bancario y Financiero.
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Foto de julien Tromeur en Unsplash