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Crea EQUIPO en tu despacho: Gestiona los egos de tus profesionales y hazles crecer.

 

Lo bueno de los parones vacacionales es que cualquier profesional puede tener tiempo de analizar su trabajo. Ese periodo de reflexión siempre es bueno de cara a saber qué está funcionando y que cuestiones pueden mejorarse.

En la abogacía de los negocios cada vez es más importante el concepto de equipo. Juristas de diferente índole, edad y procedencia pero que creen en una filosofía de negocio y en una forma de hacer las cosas. Cuanto mejor esté cohesionado el equipo, mejor funcionará de cara al exterior, cuestión que notarán nuestros clientes.

Ya comentamos en otra ocasión que el mapa de los despachos de abogados en nuestra querida piel de toro es singular. Pequeñas agrupaciones con escaso capital humano frente al medio centenar de firmas que configuran nuestra abogacía de los negocios. Entre ambos estados ha surgido la boutique muy especializada de la mano de un/os/as abogados seniors muy centrados en un negocio concreto.

En ese panorama, cualquier estructura legal quiere ocupar su cuota de mercado y ser una referencia para sus clientes y diferentes sectores de la economía. Pero estos propósitos no se logran de la noche a la mañana. Se necesita tiempo para que el mercado advierta el buen hacer de la firma. A este respecto algunas noticias que publiquemos en medios informativos sobre el bufete nos ayudarán a ese posicionamiento.

Sin embargo, lo más importante está en la llamada “cocina” de las empresas. Es fundamental que los socios directores de cualquier entidad tengan claro a dónde quieren ir con la firma; qué profesionales tienen a su lado de forma condicional y con qué medios vamos a lograrlo. Todos estos ingredientes configurarán luego el Plan de Marketing del bufete. Una herramienta clave para organizar el trabajo.

Si desmenuzamos uno a uno estos ingredientes advertimos que los profesionales son clave en cualquier trabajo. Para poder fidelizarles tienes que ser claro con ellos. Implicarles en el negocio y que se sienten como parte activa. El negocio crecerá si las piezas ocupan su lugar adecuado y trabajan a plena satisfacción sin preocuparse de nada ajeno a su trabajo. En una organización la claridad y transparencia es fundamental. No escondas nada importante.

En un momento de cambio global de paradigma, cada vez más te encontrarás con la necesidad de entablar sinergias o acuerdos con otras entidades. El despacho de este siglo XXI será aquel que pueda combinar abogados con economistas, peritos forenses o informáticos. El cliente necesita soluciones más sofisticadas y un trabajo bien hecho, transversal, es algo que se agradece, sin lugar a dudas.

Quizás lo más complicado sea el de integrar profesionales de diferente procedencia. Pero todo es hablarlo y establecer unos protocolos de trabajo y actuación donde nadie se sienta discriminado y todos puedan aportar valor al despacho. En la medida que logremos que nuestro equipo se sienta importante, nuestro bufete lo sentirá y, por ende, nuestros clientes lo agradecerán.

Respecto a los medios adecuados, es fundamental contar con la tecnología apropiada de cara a que esa gestión con el cliente sea lo más fluida posible. No hay dos clientes iguales, con lo cual es fundamental que cada uno de ellos se sienta importante. A este respecto una de las claves de los buenos abogados es adelantarse a los acontecimientos, de cara a ser proactivo y ayudar al propio cliente en su negocio sin que no te lo tenga que pedir.

Tecnología y formación van de la mano siempre en cualquier equipo de profesionales. Los abogados, como muchas otras profesiones, deben seguir formándose a lo largo de toda su vida como expertos. Así lo demandan los cambios normativos y los problemas de los clientes. A este respecto el despacho tendrá que proporcionar a ese profesional la formación adecuada para realizar su trabajo. Eso redundará en la marca personal del letrado y en la propia reputación de la firma legal.

Teniendo los profesionales y los medios adecuados es más fácil saber cuál será el rumbo de nuestro despacho profesional. Si nos vamos a especializar en una cuestión, como derecho laboral o de la competencia, o vamos a competir en la difícil liga de los generalistas donde gracias a nuestro equipo cubrimos las necesidades de las empresas. Es fundamental tener claro qué vamos a hacer aunque la historia de nuestra abogacía está repleta de bufetes que empezaron en un área y se transformaron siguiendo las demandas de tus clientes.

Pero lo más importante que quiero resaltar en estas líneas es el trabajo del equipo. Tú puedes ser el director de tu despacho y tener gente a tu lado que confía en tu proyecto empresarial. Desde esa perspectiva, como socio director del despacho,  algunas responsabilidades serán que entienden la filosofía de tu firma y se sientan valorados. Si lo consigues el crecimiento de tu bufete estará asegurado.

 

Un cordial saludo y Felices Vacaciones

Luisja Sánchez, periodista y emprendedor digital

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