La llegada de la digitalización y el cambio de mentalidad que está experimentando la sociedad, acelerado en muchos aspectos por la irrupción de la crisis de la COVID-19, provoca que los inversores y clientes particulares busquen nuevas opciones para diversificar sus inversiones en busca de una mayor rentabilidad y ganancias en el largo plazo.
Hay que darse cuenta que en el contexto actual donde además el entorno de tipos bajos dificulta la obtención de rentabilidad sin la asunción de riesgos. En este escenario, las criptomonedas se configuran como una posibilidad de diversificación cada vez más demandada por los ahorradores e inversores.
El departamento de Educación Financiera de EFPA España ha elaborado un documento que recoge algunas claves y trata de resolver algunas preguntas antes de lanzarse a la aventura de invertir en este tipo de activos.
EFPA España es una entidad independiente, dedicada a promover el desarrollo de la profesión de asesor y planificador financiero en España, afiliada a EFPA Europa. Cualifica a los profesionales mediante un estándar europeo que garantiza al cliente un nivel de competencias y conocimientos. La Asociación cuenta en España con más de 35.000 miembros certificados.
Además, EFPA España está plenamente concienciada con el fomento de la educación financiera y ya ha formado a más de 6.000 personas de 230 colectivos y asociaciones profesionales en su Programa EFPA de Educación Financiera, consolidándose así como una de las iniciativas privadas para el fomento de la educación financiera más importantes de las que se desarrollan en España.
En los últimos meses, numerosas criptomonedas, entre ellas Bitcoin y Ether, han experimentado elevada volatilidad en sus precios, lo cual ha sido acompañado de un aumento significativo de la publicidad, en ocasiones agresiva, para atraer inversores.
El Banco de España y la CNMV ya advirtieron en 2018 sobre el riesgo de este tipo de inversiones debido, entre otros factores, a su extrema volatilidad, complejidad y falta de transparencia que las convierten en una apuesta de alto riesgo. Ahora vuelven hacerlo con un comunicado conjunto
En él se indica que los criptoactivos, incluyendo las criptomonedas y la tecnología que les da soporte, pueden ser elementos que dinamicen y modernicen el sistema financiero en los próximos años, pero para valorar su validez como alternativa de inversión o su uso como medio de pago es preciso también tener muy presentes los siguientes aspectos y riesgos:
Ámbito regulatorio: No existe todavía en la Unión Europea un marco que regule los criptoactivos como el Bitcoin, y que proporcione garantías y protección similares a las aplicables a los productos financieros.
Actualmente, se está negociando a nivel europeo un Reglamento (conocido como MiCA) que tiene como objetivo establecer un marco normativo para la emisión de criptoactivos y los proveedores de servicios sobre estos.
Desde el punto de vista legal, las criptomonedas:
- no tienen la consideración de medio de pago
- no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas y
- no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores.
En este escenario es bueno contar con abogados especialistas en estos temas. Los despachos han ido creando sus áreas financieras muy dependientes de las jurisdicciones de banca y finanzas. Al final de lo que se trata es de saber el terreno que se pisa. EFPA define los elementos a tener en cuenta:
1. Infórmate primero y conoce tus necesidades de inversión
Hacerse con criptodivisas es una idea tentadora para muchos ahorradores particulares, pero para ello necesitas antes pensar qué pretendes con ello y conocer cuáles son tus necesidades (ahorro, ampliar tu cartera, diversificar, etc).
El mercado de las criptomonedas puede tener un gran potencial de crecimiento, pero hay que tener en cuenta que se trata de un producto inestable y volátil difícil de controlar, por lo que conviene dedicar solo una cantidad de inversión que no vayas a necesitar en el corto plazo, para minimizar riesgos, e incluso que estés dispuesto a perder dicha inversión en su totalidad.
En 2018, el bitcoin registró una caída superior al 80% desde sus máximos, hasta los 3.000 dólares aproximadamente, en 2019 su valor se volvió a estabilizar en torno a los 8.000 dólares y, el año pasado, con la crisis del coronavirus, se convirtió en un aliado para inversores, cerrando el año en una cotización cercana a los 23.000 dólares.
Lo aconsejable es que primero leas y profundices sobre el funcionamiento de esta moneda digital, a través de fuentes fiables, y contrastes la información con la ayuda de un asesor financiero cualificado.
2. Ten en cuenta que existen numerosas monedas virtuales, más allá del Bitcoin
Existen una gran cantidad de monedas virtuales, más allá del bitcoin, en función de sus características, entre las que destacan el Ethereum, Ripple, Monero, Stellar o Litecoin, entre otras muchas.
Cada una cuenta con unas características que debemos tener en cuenta a la hora de elegir la más apropiada, según nuestras necesidades y perfil inversor, como la cantidad en circulación, si existe o no oferta máxima, la tecnología que hay detrás de cada una o el problema que intenta solucionar.
“El Bitcoin es la moneda más conocida, pero con una reducida velocidad de transacción, motivada por un conjunto de mecanismos de verificación que le otorgan en cambio una gran seguridad. El Ether, por su parte, es la criptomoneda de la plataforma Ethereum con la que se desarrollan los contratos inteligentes y las llamadas aplicaciones descentralizadas (dApps)”, así lo indica Eloi Noya, director del programa de Innovación Tecnológica en EFPA España.
Las finanzas descentralizadas o DeFi se construyen sobre la plataforma Ethereum, dando a su moneda una importancia creciente. Por lo que respecta a Ripple, es un sistema de pago que asegura una inmediata rapidez de transmisión y uso por parte de los mismos bancos tradicionales.
3. Asegúrate de adquirirlas en plataformas seguras y fiables
La facilidad con la que cualquier usuario puede hacerse con estas monedas virtuales cada vez es más clara y visible. La compra directa de una criptomoneda se puede hacer a través de plataformas llamadas exchanges o casas de cambio, que permiten que la compra sea sencilla, con una alta seguridad y operar según las necesidades de cada inversor.
4.Hazte con una cryptowallet
Una vez que hayas invertido en criptomonedas, necesitas un lugar donde poder almacenarlas, las denominadas wallet o cryptowallet, una cartera o software donde almacenar los activos adquiridos, encontrar información constante sobre tu inversión y realizar cualquier operación de forma inmediata a través de tu public key o llave pública, la cual puede ser un código QR, alfanumérico o link.
No obstante, aunque es una tarea fácil, necesitas saber antes dónde y cómo lo vas a tener. La mayor parte de inversores utiliza medios online de fácil acceso para consultar sus movimientos en cualquier momento, por ejemplo las apps móviles o el propio ordenador personal. De todas maneras, la manera más segura de almacenar las criptomonedas es mediante una cartera fría o cold wallet, que es un dispositivo parecido a un USB que guarda las criptomonedas y que puede evitar que el hackeo del ordenador nos provoque su pérdida.
5. Antes de tomar cualquier inversión, consulta con tu asesor financiero
Si estás introduciéndote en el mundo de la inversión en criptomonedas, es probable que comentas algún error a la hora de realizar cualquier movimiento, de ahí que resulte fundamental contar con la ayuda de tu asesor financiero que evite que des ningún paso en falso y te ayude a contar con toda la información, en función de tu perfil de riesgo, horizonte temporal y necesidades, a la hora de tomar cualquier decisión de inversión.
Si lo que de verdad pretendes con la compra de criptodivisas es convertirlas en una fuente esencial de ganancias, debes tener en cuenta seriamente los riesgos a los que te expones.
Por Eloi Noya, director del programa de Innovación Tecnológica en EFPA España.