Entrevista Carlos Guerrero, socio director Attolón.
Emprendedor en su ADN, Carlos Guerrero vuelve a sus orígenes con la puesta en marcha de Attolón desde hace seis meses tras formar parte de destacados despachos de abogados donde era un acreditado experto en temas concursales y de startups.
Ahora Guerrero vuelve al inicio de su carrera, donde ya despuntaba como abogado mercantilista “necesitaba este cambio profesional”. A este respecto su blog que actualiza desde hace año se ha ido convirtiendo en un referente para el sector legal.
Desde su punto de vista la batalla por un hueco en el mercado va a ser notable en los próximos meses “De momento, vamos a convivir los despachos tradicionales con los ALSP y las legaltech, pero veremos en los próximos años”, aclara.
Nuestro interlocutor tiene claro por donde va a ir Attolón, una nueva forma de entender la abogacía. “A final de 2022 queremos llegar a los 200 abogados. Tenemos que acelerar. Lo que viene no va a ser agradable”, aclara.
En estos momentos reconoce que “buscamos el mejor talento legal. Por si alguien nos lee. Estamos en búsqueda muy activa en todas las áreas de especialización y sectores. Abogados de más de 10 años de experiencia en despachos de primer nivel de derecho de los negocios, o departamentos legales de grandes empresas que busquen trabajar por proyectos”.
Un año después de la pandemia ¿Qué reflexiones nos puede hacer de la evolución de los despachos de abogados en este entorno?
Sinceramente. Pues que muchos despachos no se han enterado de nada de lo que está ocurriendo en el sector legal y la economía en general. Vivimos en un mundo en la que la velocidad es esencial, y el entorno competitivo y tecnológico es frenético. Ya era así antes de la pandemia. Que sí, que hemos hecho reuniones y webinars en la pandemia.
Genial. No es suficiente. Pero muchos van o vamos tarde. La única manera de sobrevivir a esto, es mejorar de manera constante tu servicio o producto, e innovar en tu modelo de negocio. Cosa que no se está haciendo. El impacto no vendrá de nadie del sector legal, nos llegará de fuera. No todos estamos haciendo poco, hay firmas que están invirtiendo cantidades muy importantes en tecnología.
Usted ha dado un giro radical a su carrera y en plena pandemia se ha salido de la abogacía tradicional para poner en marcha Attolón ¿Le costó dar el paso? ¿Qué valoración hace de los primeros seis meses de Attolón?
No sé si ha sido radical, pero lo necesitaba. Como he comentado antes, la rapidez del entorno competitivo, ha provocado que diese por finalizada una etapa de aprendizaje necesaria en despachos de abogados de tamaño mediano. No le veo futuro a la abogacía tradicional.
Por eso he salido. No sé si serán los ALSP, u otra cosa, pero lo que no es sostenible, se dice y ya está. Y los despachos tradicionales de derecho de los negocios no lo son. La autocomplacencia que se respira nos va a dar un disgusto a todos. De momento, vamos a convivir los despachos tradicionales con los ALSP y las legaltech, pero veremos en los próximos años.
Respecto a los primeros seis meses de Attolón. Se los resumo así: Hemos seleccionado los primeros 30 abogados de primer nivel. Gracias a esta maravilla de equipo, ya podemos prestar servicios jurídicos de las principales áreas de practica de derecho de los negocios.
Pero acabamos de empezar. Todavía somos muy pocos abogados. El objetivo es llegar como mínimo a 75 al finalizar el año.
Buscamos el mejor talento legal. Por si alguien nos lee. Estamos en búsqueda muy activa en todas las áreas de especialización y sectores. Abogados de más de 10 años de experiencia en despachos de primer nivel de derecho de los negocios, o departamentos legales de grandes empresas que busquen trabajar por proyectos.
En todo caso, con 75 abogados seguiremos siendo pequeños. A final de 2022 queremos llegar a los 200 abogados. Tenemos que acelerar. Lo que viene no va a ser agradable.
Una expansión muy calculada, por lo que veo…
Hay dos fechas clave para nosotros son: el cierre del ejercicio 2022 y el cierre del 2023. Van a ser dos años de cambios estructurales en todos los ámbitos. Ya lo estamos viviendo, cambios que jamás pensamos que íbamos a vivir.
De esos más de 200 abogados, 1/3 serán abogados de fuera de España, y en 2025 más de la mitad serán de fuera. Ya estamos trabajando nuestra internacionalización flexible. Foco inicial en Sudeste Asiático, Portugal, EEUU, y México.
Estos primeros seis meses nos han servido para captar talento jurídico excepcional y validar el modelo de negocio con las primeras ventas al target de cliente que nos interesa.
Asimismo, hemos lanzado el primer ecosistema de startups ALSP, Attolón Reboot, hemos comenzado nuestra internacionalización flexible y lanzamos una nueva innovación este mes de julio, que de momento no podemos adelantar.
¿Qué valor añadido plantea desde Attolón, su nuevo proyecto profesional frente a otros ALSP existentes en el mercado?
Attolón, es un tipo de ALSP denominado staffing o trabajo por proyectos, en el que configuramos equipos legales a medida para adaptarnos íntegramente a las necesidades de nuestros clientes (empresas medianas y grandes).
El diseño de equipos de trabajo a medida ofrece flexibilidad al cliente, que ya no queda atado a la estructura de su propio departamento jurídico o de la firma de abogados tradicional que haya contratado hasta el momento.
Nos encargamos de crear un departamento jurídico especializado y capaz de adaptarse a las necesidades puntuales del cliente, logrando un ahorro de hasta el 40% en su estructura de costes, evitando la contratación fija y ofreciendo una política de precios transparente y racionalizada.
Para ello estudiamos y planificamos, con la participación del cliente, cuál es el mejor modo de alcanzar sus objetivos. Por supuesto, este proceso está acompañado de etapas de evaluación del desempeño y control de calidad. No a la facturación por horas. Bienvenido el precio cerrado para siempre.
¿Cómo está afectando a la relación entre abogado y cliente en estos momentos esa transformación digital?
La experiencia de usuario de servicios jurídicos es la clave. Ahí se puede hacer mucho, pero en la práctica se hace muy poco. Tanto si prestas servicios B2B o B2C, tu foco tiene que estar en la relación entre el abogado y el cliente. Activarlos, retenerlos y luego medir y medir.
Desde Attolón Reboot, queremos obsesionarnos con la experiencia de usuario. Algo bueno saldrá de ahí. Todavía estamos en pañales. El sector legal va a implosionar. La inversión que está entrando en legaltechs, ALSPs, además de la propia de empresas y tecnológicas, lo va a cambiar todo.
¿Ve posible que en el futuro las grandes firmas creen sus legaltech para dar servicios a empresas y clientes?
Ya está sucediendo. Hay mucha legaltech que se está desarrollando en las firmas jurídicas y los departamentos legales de las empresas. Está ahí, pero algunas no lo publican. Pero efectivamente, en España y en Europa el ritmo de inversión en legaltech por los despachos no es muy elevado.
El capital riesgo sí que está invirtiendo cantidades espectaculares en la industria legaltech global. Es impresionante el número de startups, operaciones y volumen de inversión en legaltech en los últimos cinco años. Y la estimación para 2025 es una barbaridad. No lo digo yo, lo dicen los informes de capital riesgo más prestigiosos.
¿Qué espera de la puesta en marcha de Attolón Reboot, la primera aceleradora de start-ups proveedora de servicios jurídicos alternativos, ALSP (Alternative Legal Service)?
Innovar rápido y equivocarnos mucho. Vemos unas posibilidades inmensas en los ALSP. Queremos trabajar la transversalidad en el lanzamiento y desarrollo de productos y servicios ALSP/legaltech.
Estar cerca de todas las legaltech que podamos, probarlas, trabajar con ellas conjuntamente y lanzar tecnología al mercado. Ahí queremos de todo menos abogados. Demasiados abogados en las legaltech en España. Dame programadores y muchos analistas de datos.
Desde Attolón se están gestando cuatro empresas emergentes de forma paralela, ¿Qué puede decirnos de ellas?
Que dos están en el mercado y son principalmente B2C (Debify y Nevvo). Una a punto de lanzar, Addorno, y la última buscando equipo para desarrollo. ¿Te unes?
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico