Adriana de Ruiter, socia de Tulp Abogados, despacho especializado en derecho internacional de familia y presidenta de la Asociación Profesional contra la sustracción de menores internacional (ASIME), lanza la voz de alarma y recuerda que en época vacacional crecen las desapariciones de menores.
Hasta la ciudad griega de Atenas ha llegado la abogada Adriana de Ruiter donde se reúnen abogados de todo el mundo convocados por la International Academy ol Family Lawyers (IAFL) para analizar los aspectos claves del derecho de familia internacional y cuestiones como la maternidad subrogada o el impacto del Brexit en el derecho de familia y otras cuestiones, entre ellas, la sustracción de menores.
En una pausa de este evento atiende a este periodista “la sustracción internacional de menores sigue siendo un problema en auge donde tanto la guerra en Ucrania como los dos años de Covid lo han complicado más”, apunta.
Para esta experta ante un problema de este tipo se puede trabajar de forma preventiva “la recomendación más importante es tener claro que si uno de los dos cónyuges se lleva al menor a su país de origen de vacaciones, debe quedar claro cuándo la vuelta y que la residencia del niño es en España”.
A este respecto, esta abogada es partidaria de “firmar un poder en la comisaría o en el notario autorizando la salida del hijo con la fecha de vuelta explícita. Hay que romper la costumbre de organizarlo por teléfono de forma informal. Y es que son pareja todavía y normalmente la acción de sustracción se realiza por sorpresa”.
En este tipo de situaciones “también hay que quedarse una copia de los billetes por si se van en tren o en avión, al final se ha ido pero no sabemos para cuánto tiempo aunque en estos casos suele ser tres meses hasta que empiece el colegio”.
También nos aclara que “ese menor tiene derecho a relacionarse con su otra familia de otro país, pero para que se haga con una garantía de seguridad, debe quedar claro el tema del retorno. Ahora hay países como Rusia que es muy complicado que te devuelvan a tu hijo”.
Otra cuestión que nos señala es que “ese poder se hace de un día para otro, en muchos países de recepción de menores piden un documento de este tipo, lo que también genera seguridad para la persona que se lleva ese menor. Ahí queda claro que la residencia está en España”.
Sin embargo, pese a esa precaución “puede pasar que el menor sea sustraído de su residencia habitual. Hay que actuar con diligencia porque el tiempo es un elemento a tener en cuenta”.
En este contexto es partidaria de “ pedir la restitución del menor a través de la autoridad central o el país donde estén detenidos y en España pedir una modificación de medidas o unas medidas concretas”.
Denuncias penales, poco prácticas
Para esta jurista “lo último que hay que hacer es interponer una denuncia penal, solo en algunos casos muy concretos. Lo que hay que ir es a un abogado especializado. A nosotros nos han llegado asuntos de otros abogados en materia de sustracción con errores importantes en la estrategia definida. El derecho penal no te devuelve al niño”.
Adriana de Ruiter reconoce que pese al esfuerzo de algunos colegios de abogados y asociaciones como ASIME con cursos de capacitación para abogados en esta materia “siguen faltando profesionales especializados en la materia. Este asunto es delicado y no se puede dejar en manos de cualquiera. Es importante contar con un abogado especializado”.
Un procedimiento de este tipo hasta que se consigue que retorne a su ciudad de residencia, depende en tiempo del país al que se le ha llevado su progenitor “si está a países como Holanda, Inglaterra o Alemania, puede ser muy rápido es previsible que en dos meses pueda estar de vuelta con ejecución incluida de la sentencia”.
“En el caso de España, como país donde el menor ha llegado, también puede tardar dos o tres meses. Los jueces en primera instancia trabajan bien, otra cosa es cuando recurren que se alarga el tema. Ahí se puede alargar un año”.
De Ruiter aclara que hay un centenar de países que han suscrito el Convenio de la Haya sobre sustracción de menores de 1980 “esta toda América, Europa, algunos países de Asia . Falta Africa y gran parte Asia. Si nuestro menor está en un país relacionado con este convenio, las posibilidades de que retorne son altas. Luego hay países específicos como EEUU, Rusia o México. En este país se puede tardar cuatro años hasta que vuelva el menor”.
En el caso de Rusia, aclara que “acaban de firmar dicho Convenio de la Haya. Eso hace que sea complicado que devuelvan al menor. Parece que aún no han asimilado el concepto y en este tipo de situaciones las autoridades rusas te dicen que el menor está con su madre y que no ha habido ningún tipo de sustracción”.
También señala que hay otros países como “Polonia, Eslovaquia, y otros del Este que en principio dictan el retorno, pero a la hora de ejecutar se complica mucho. En todos estos países es complicado que nuestro hijo retorne de forma adecuada. Debemos evitar que se marche allí porque luego la vuelta va a ser complicada y muy lenta en muchos casos”.
Esta jurista nos confiesa que está llevando un asunto de una sustracción de menores en Rusia “el asunto acaba en juicio porque la madre se llevó al menor a ese país y no ha vuelto. En ese caso hemos presentado reclamaciones para que vuelva y el divorcio aquí, para que le den la custodia del menor”.
Al mismo tiempo señala que “son temas emocionalmente muy duros para quien lo sufre. No ya es un divorcio normal donde se discuten sobre determinados asuntos y hay soluciones intermedias. En este tipo de asuntos no hay soluciones intermedias, se trata de elegir entre un país u otro, el retorno o no el retorno”.
Otro rasgo de la sustracción de menores “ya lo hemos comentado antes, es su acción sorpresiva. En muchas ocasiones el progenitor no avisa y cuando el otro llega a casa ve que su cónyuge ha desaparecido con el menor. Aquí todo se hace con mucho secretismo, lo que es un golpe muy duro y generan situaciones de mucho estrés”.
Para la presidenta de ASIME “es fundamental que se intensifique la formación en sustracción de menores en los abogados de familia y otros juristas, es fundamental conocer tanto el Convenio de la Haya como otros convenios nacionales. Hay que conocer bien toda la problemática y que es lo que tienes que hacer en cada momento. Estamos hablando de cursos que en ASIME son de cuatro semanas”.
Necesidad de abogados especializados
Otra cuestión que es clave es que “el abogado que se dedica a esta especialización del derecho de familia tenga buenos contactos abogados en la mayor parte de países referenciados en el convenio de la Haya, es el contacto que hay que tener para saber cómo vamos a gestionar esa posible sustracción de menores que se haya cometido recientemente”.
En cuanto a la sustracción penal “el Código Penal se ha modificado recientemente. Hasta septiembre del año pasado era un delito sustraer a un hijo del progenitor que tiene la custodia. Si la madre tiene la custodia y el padre no retornaba el menor, ahí había un delito. Sin embargo, si eran las madres custodias los que los sustraían no entraba en el tipo penal”.
Tras la sentencia del caso Juana Rivas “es delito si se traslada el menor del país sin la autorización de los dos progenitores. Da igual quien tenga la custodia”.
“Sin embargo hay casos donde no queda claro la residencia de los menores. Nosotros estamos llevando un asunto de posible sustracción, aunque los menores vivieron medio año en España y el resto en Suiza. No queda claro cuál es la residencia hasta que el juez lo aclare”.
Sobre las denuncias penales vuelve a señalar que son poco efectivas “salvo si tenemos una situación en la que no sabemos dónde está el menor. En ese caso la policía sabe localizarle bien. Puede contactar con la policía del país donde se le ha llevado. Sin embargo, la denuncia penal no te retorna al menor. Es un delito por el que se castiga al progenitor, pero no tiene consecuencias civiles de que vuelva ese menor”.
Para esta experta “es una medida que se puede usar para presionar, pero puede ser contraproducente. Si la madre se ha ido a un país, el padre pone la denuncia penal, la madre tiene el argumento de que no vuelve a España porque entrará en prisión. Es un motivo para no retornar, por eso hay que tener cuidado con la estrategia que pongamos en marcha”.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico.