Hans Boeck socio fundador de Lawyerpress. Consultor de comunicación y periodista.
“Durante la pandemia hemos visto el nacimiento de algunas firmas nuevas, sobre todo orientadas hacía el New Law, una forma diferente de practicar la abogacía. También hemos visto que algunas firmas que tienen modelos de negocios diferentes al habitual han conseguido mejor financiación para sus proyectos”, aclara Hans Boeck, socio fundador de Lawyerpress, consultora de marketing y comunicación que impulsa el portal de noticias del mismo nombre.
En cuando a la relación entre bufetes y periodistas, considera que “sigue en su línea habitual. Los abogados en general no confían mucho en los periodistas y esta desconfianza conlleva a menudo una falta de entendimiento y un cierto hermetismo”
“Sin embargo, si un abogado ha podido conocer más de cerca a un periodista, su opinión cambia y las relaciones suelen ser muy fluidas”.
¿Cómo se observa desde un portal como Lawyerpress la evolución de los despachos en esta pandemia?
En Lawyerpress tenemos contacto con todo el espectro de despachos, es decir, desde los muy grandes a abogados individuales. A menudo hablamos con sus responsables y durante esta pandemia si cabe todavía más.
Parece que los grandes van capeando de forma sólida este temporal. Al tener muchas prácticas han podido compensar por ejemplo la falta de operaciones durante el lockdown con otras especialidades como laboral o concursal.
Los despachos pequeños han tenido más preocupaciones porque muchas empresas pequeñas o negocios han tenido problemas o afrontan el cierre. También los clientes particulares han reducido sus gastos y esto incluye a los abogados y sus servicios.
¿Qué noticias le han llamado la atención en este año largo de Covid-19 de los bufetes?
Durante la pandemia hemos visto el nacimiento de algunas firmas nuevas, sobre todo orientadas hacía el New Law, una forma diferente de practicar la abogacía. También hemos visto que algunas firmas que tienen modelos de negocios diferentes al habitual han conseguido mejor financiación para sus proyectos.
¿Comunican de otra forma los bufetes tras el impacto del Covid-19? ¿Cómo valora la relación entre periodistas y bufetes en este sentido?
Partimos de la base que los despachos y el sector legal en general no es un sector muy dado a la comunicación, aunque va mejorando.
En los primeros meses de la pandemia y debido a la reorganización de muchas firmas con el teletrabajo, la comunicación ha menguado bastante.
Una vez establecidos los nuevos protocolos han ido recuperando su tarea de comunicación habitual. Quizás podemos destacar que aprovechen algo más las redes sociales que antes.
En cuando a la relación entre bufetes y periodistas, creo que sigue en su línea habitual. Los abogados en general no confían mucho en los periodistas y esta desconfianza conlleva a menudo una falta de entendimiento y un cierto hermetismo.
Sin embargo, si un abogado ha podido conocer más de cerca a un periodista, su opinión cambia y las relaciones suelen ser muy fluidas.
¿Le sorprende que en plena pandemia se haya puesto en marcha una red de abogados y despachos como Wolep?
El lanzamiento de WOLEP, una red internacional de abogados basado en una plataforma online es sólo una consecuencia lógica de los efectos de la pandemia.
Los clientes buscan cada vez más soluciones a sus problemas de forma online. Tener un sitio donde encima encontrar abogados de todas las especialidades y de casi todas las regiones del mundo facilita al cliente la elección de abogado. La pandemia ha sido un catalizador para estas iniciativas.
Su firma lanza un informe de Marketing jurídico anual que ya es un referente ¿Qué nos puede adelantar de los datos de este año?
No podemos adelantar todavía datos del informe del 2021, ya que estamos en la elaboración del cuestionario que enviamos todos los años a un buen número de despachos.
Lo que si tenemos son muchas conversaciones con los responsables de Marketing o Business Development de las firmas. Este año tendremos que reflejar el impacto de las reuniones online que la práctica totalidad de los despachos ha implementado y también analizaremos las herramientas empleadas para ello.
¿Cómo ve la evolución de la legaltech en nuestro país, qué es lo que le hace diferente a otros países?
Tenemos en España un “planeta legaltech” bastante importante, aunque compuesto por empresas generalmente muy pequeñas. Aunque la pandemia haya acelerado la digitalización de los despachos y de los clientes de los despachos, el empleo de legaltech sigue siendo minoritario.
Además, las empresas que lanzan servicios y productos en el entorno legaltech sufren el mismo problema que la mayoría de startups en España: falta de financiación.
Como consultor de comunicación llevo trabajando con startups de diferentes países y he participado incluso con clientes en rondas de financiación internacionales, pero en estos entornos nos encontramos con pocas iniciativas españolas. Nos sigue costando la internacionalización, aunque tenemos muy buenos proyectos e ideas en España.
¿Ve posible que en el futuro las grandes firmas creen sus Legaltech para dar servicios a empresas y clientes?
Creo que no solo es posible, es obligatorio. Sin el legaltech que ofrece nuevas formas de atender a los clientes, de co-trabajar, las firmas perderán cuota de mercado. Por ello creo que aprovechar el talento emprendedor y luego incorporarlo a la firma es una cuestión vital para los despachos grandes y medianos.
Mantener en órbita alrededor de la firma una pequeña nube de legaltechs permite además ser mucho más flexibles para poder reaccionar ante las nuevas demandas del mercado.
¿Hasta qué punto el modelo actual de despacho que todos conocemos va a modificarse por el impacto de la tecnología?
El modelo de negocio de los despachos ya ha cambiado algo con la mayor digitalización. La comunicación estrecha con el cliente a menudo ya en una misma plataforma es una tendencia creciente. La colaboración de abogados/as de diferentes jurisdicciones que muchos clientes internacionales exigen a sus despachos es ya un hecho, y esto sin tecnología es difícilmente factible.
Los cambios en nuestro sector legal son lentos. El modelo de socios que predomina tampoco favorece el ritmo de cambio. Pero es inevitable que cada vez se incorporará más elementos del NEW Law a las firmas tradicionales.
¿Cómo está afectando a la relación entre abogado y cliente en estos momentos?
Tenemos que distinguir entre la abogacía de los negocios y los despachos de abogados generalistas más pequeños. En la abogacía de los negocios el cliente exige cada vez más valor añadido y traslada la presión de precios a las firmas.
Sabemos de todos los estudios recientes que el cliente busca la misma calidad, cultura y forma de trabajar de los despachos en todos los mercados donde trabaja y elige las firmas más internacionales.
Para diferentes proyectos ya no recurrirá a sus despachos de referencia sino a los ALSPs que ofrecen profesionales por proyectos, a precios cerrados y muy flexibles.
En cuando a los abogados generalistas, la abrumadora mayoría ha visto que los clientes consultan a varios letrados para su asunto y a menudo deciden por precio.
La irrupción de los buscadores de abogados online facilita esta evolución y merma lo que antes era una relación muy duradera entre cliente y abogado. Ahora los clientes tienen a muchos abogados a un click y en su teléfono móvil.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico
