Ser abogado es posible una de las profesiones más sacrificadas y con mayores satisfacciones que existe en la vida. Ya no se trata de la compensación económica, como de saber que ayudas como experto a defender los derechos de terceros que depositan en ti su confianza. Igual nos pasa a los periodistas cuando damos voz a colectivos que reclaman sus derechos y te escriben agradecidos por la cobertura realizada.
A lo largo de los años el modelo de ejercer la abogacía ha ido cambiando. Ese profesional generalista que sabía de todo se ha visto superado por los acontecimientos y el legislador, siempre ávido de nuevas leyes. De lo general se ha ido a lo particular y el arraigo de disciplinas como el derecho civil, laboral o fiscal ha generado auténticos especialistas que conocen a fondo tanto la normativa como los fallos de los tribunales más relevantes.
La esencia de relación se mantiene ahí. La confianza que se genera por un experto que conoce muy bien un tema y un cliente que necesita a ese profesional para entender el maremágnum jurídico de leyes estatales, autonómicas, locales, cuando no hay que ver como se traspone el derecho comunitario en nuestro país. Ahora se trata de que el abogado se convierta en parte del equipo de ese asesor legal. Y conozca tanto como él de esa materia.
Ser abogado hoy implica conocer muy bien a tu cliente; cómo trabaja, en qué momento hay que potenciar la comunicación con él y saber realmente qué quiere de ti. También implica ahondar en esa empresa y realmente qué entienden por negocio jurídico. La verdadera eficacia del servicio legal que se ofrezca a la empresa dependerá mucho de la relación que crees que con tu cliente. No te pongas en un pedestal, tampoco te sientas pequeño ante él.
En este entorno, los especialistas se han hecho un hueco en el mercado entre las grandes estructuras legales y los despachos medios. Conocen muy bien una parte del derecho, ya sea medioambiental, privacidad, deporte o regulatorio. Y también muy bien todo lo que rodea a determinados clientes. En algún momento de su carrera profesional fueron profesionales reconocidos en bufetes de relieve. Pero igual que se sube a la cima se baja a la montaña. Al final, su lugar sigue estando cerca de sus clientes de cabecera con costes de estructura para éstos bastante más reducidos.
Una de las cuestiones claves de esta relación es la disponibilidad horaria. Este es un tema espinoso sobre el que se ha debatido bastante. Hoy aún hay despachos que venden como valor añadido esa disponibilidad de sus abogados 24 horas los 365 días del año como si fuera algo que nadie hiciera o fuera novedoso. Pero ten cuenta que un buen servicio no requiere que hipoteques tu vida. Habla y educa a tu cliente sobre ese tema. Y sólo en circunstancias excepcionales permite que te llame fuera del horario normal de trabajo.
Respecto a la tecnología, reconoce que es un aliado muy interesante, tanto en esa relación que mantienes con tu cliente, como a nivel profesional general. Con una buena conexión a Internet y buenos equipos informáticos qué duda cabe que podrás hacer tu trabajo en cualquier lugar. Los despachos empiezan a abolir el presentimos y a pedir resultados. Es el momento de la productividad. De que organices tu tiempo como quieras pero logres esas cifras que se supone debes lograr para que tu firma siga confiando en ti.
¿Y de las redes sociales? Es un tema paralelo al tecnológico que ha calado escasamente en nuestra abogacía. Las jóvenes generaciones parece que lo van a convertir en una de sus banderas, aunque saben que tener esa presencia en redes como Twitter o LinkedIn supone tener claro que evitarás los temas del despacho y alguno otro en los que tu firma se vea implicado por diferentes circunstancias. En las redes hay que estar pero siempre que opines de alguna forma tu despacho se verá afectado, para lo bueno o para lo malo.
Ser abogado es una profesión clave en cualquier sociedad avanzada democrática. De ti depende que el papel que juegues en ella sea de relieve. No te conformes con lo que hagas. Si logras generar valor añadido serás siempre una referencia para el sector legal.
¡Nos seguimos en redes sociales!
Cordiales saludos
@luisjasanchez
