La pandemia ha propiciado el desarrollo de la mediación online a lo largo de estos últimos veinte meses.
La Mediación es el método alternativo de resolver conflictos cuya finalidad es llegar a la solución de una disputa entre partes evitando alcanzar la instancia judicial. Se trata de un tipo de intervención que se conoce sobre todo en el entorno familiar, pero que ha ido ganando terreno en ámbitos como el civil, mercantil, penal o laboral.
En España, según la última estadística del Consejo General del Poder Judicial, la evolución de las derivaciones de casos en los circuitos de la mediación intrajudicial evidencia que a lo largo de 2020 las derivaciones a mediación familiar, civil, penal y social se han mantenido de forma sostenida a pesar de la pandemia con un acusado descenso en algunos de los ámbitos.
Así, los casos derivados han sido 2.737 en el familiar, 764 en el civil, 2.485 en el penal y 2.134 en el social.
Concepción Barrio, vicedecana del Colegio Notarial de Madrid y vicepresidenta de la Fundación Signum señalaba que «La capacidad tecnológica del Notariado, garante de la seguridad jurídica y la confidencialidad, ha permitido a los notarios recurrir al uso de medios telemáticos en los procedimientos de mediación, en línea con la voluntad del legislador, recogida en la Ley 5/2012.
Lógicamente, la llegada del Covid-19 ha acelerado este proceso y así, como dato ilustrativo, cabe señalar que en 2021 el 95% de las mediaciones realizadas por Signum se resolvieron íntegramente por vía online.
En esta misma línea, el Plan Justicia 2030, la hoja de ruta puesta en marcha por el Ministerio de Justicia, apuesta en firme por la implantación de los Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC), entre las que se encuentra particularmente la mediación, al amparo del Programa de Eficiencia Procesal que contempla como uno de sus resultados estrella la Ley de Eficiencia Procesal del Servicio Público de Justicia.
Con motivo del Día Europeo de la Mediación, que conmemora el primer texto comunitario sobre este mecanismo de resolución de conflictos aprobado en 1998 que se celebra este 21 de enero, se van a celebrar eventos en toda España. De hecho muchos abogados se han formado como mediadores y están en el Registro que tiene abierto el Ministerio de Justicia.
Para el presidente del Centro Español de Mediación (CEM), Rafael Catalá, exministro de Justicia con Mariano Rajoy, ha reiterado la importancia de que en 2022 salga adelante la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, que prevé la introducción de la mediación como requisito previo para acceder a la vía judicial.
En palabras de Catalá, la norma impulsada desde el Ministerio de Justicia “puede ser clave para la recuperación de la economía y el buen funcionamiento del sistema judicial en un momento como el actual”, marcado por el crecimiento exponencial de la litigiosidad entre particulares y empresas como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
El Centro Español de Mediación es una institución creada en 2020 por la Cámara de Comercio de España con el objetivo de promover la cultura de la mediación entre los diferentes operadores económicos y dar respuesta así a la creciente demanda empresarial en el ámbito de la mediación civil y mercantil. Tanto su organización como actividad están orientadas a prestar a los usuarios, y en particular a las empresas, un servicio de mediación que suponga una alternativa efectiva al proceso judicial y a la vía arbitral.
Juzgados saturados, busquemos negociar
Según estadísticas del Consejo General del Poder Judicial, la media de resolución de casos de los juzgados mercantiles se sitúa por encima de los cuatro años.
Se prevé que la situación empeore conforme pasen los meses y se judicialicen miles de reclamaciones relacionadas con la crisis sanitaria, como impagos de alquileres de locales comerciales o cancelaciones de vuelos. “Por ello es fundamental que se proporcione a los ciudadanos, y en particular a los empresarios, una herramienta para ponerse de acuerdo antes de llegar a los tribunales”, apunta Catalá.
El máximo representante del CEM destaca que la mediación es, desde hace décadas, “la gran apuesta de la Unión Europea para cumplir su objetivo de optimizar el Estado de Derecho y garantizar un mejor acceso a la Administración de Justicia”.
No en vano, según refleja un estudio de ADR Center y la Comisión Europea, las empresas que recurren a este instrumento basado en la negociación suelen resolver sus controversias en poco más de dos meses y presentan unas tasas de éxito cercanas al 80%.
Sin embargo, a pesar de estas cifras y de los notables avances legislativos, la mediación civil y mercantil sigue siendo un procedimiento minoritario en nuestro país y en el resto de estados miembros de la UE.
Así lo revela un informe realizado en 2016 por el Parlamento Europeo, según el cual solo el 1% de las empresas que operan en territorio comunitario han recurrido alguna vez a un procedimiento de negociación para solventar sus disputas.
“Muchos empresarios desconocen su existencia y, en numerosas ocasiones, la confunden con otras alternativas extrajudiciales, como el arbitraje o la conciliación”, añade Catalá quien se muestra convencido de que “ha llegado el momento de apostar por la cultura del pacto”.
El Anteproyecto de Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, que contempla la mediación previa junto a otros métodos adecuados de resolución de conflictos (MASC), forma parte del plan del Gobierno para modernizar el sistema judicial.
La reforma, que cuenta con el respaldo de la mayoría de asociaciones e instituciones profesionales de ámbito jurídico, fue aprobada por el Consejo de Ministros en diciembre de 2020 y se prevé que llegue a las Cortes este año en forma de iniciativa legislativa.
El futuro de la mediación, a debate
En un panel de expertos de la Universidad Internacional de Valencia formado por el Dr. Ignacio Valentín Mayoral Director de Desarrollo del Área de Jurídico de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, la Dra. Cristina López directora del Máster Universitario en Mediación y Gestión del Conflicto y el Dr. Jesús Escrivá coordinador del Máster Universitario en Mediación y Gestión del Conflicto, reflexionaron sobre el futuro de este método de resolución de conflictos.
En este sentido, los docentes explican que “la Mediación va más allá de unas sesiones profesionales en las que las partes en conflicto, con el apoyo de los mediadores y mediadoras, dialogan y resuelven disputas.
La Mediación es una manera de enfocar y gestionar los conflictos, las relaciones con los demás y con uno mismo, el día a día y la sociedad. De igual forma, la Mediación otorga a la sociedad un proceso alternativo a los tribunales”.
Desde 2020, la situación de pandemia por el coronavirus viene afectando al ámbito de la Mediación de dos maneras distintas. Por un lado, ha aumentado el número de casos, pero por otro se hace más difícil la presencialidad. Es aquí cuando la Mediación ha demostrado su flexibilidad y resiliencia, ya que los mediadores y mediadoras le han dado más protagonismo al formato online.
Así, una investigación llevada a cabo por Adrián Carpio Miró, alumno del Máster en Mediación y Gestión del Conflicto de VIU, cuyo objetivo era conocer el impacto de la COVID-19 en los mediadores en Cataluña durante la primera ola ha revelado que las personas mediadoras han dado continuidad a su trabajo, a pesar de las dificultades vividas teniendo que adaptarse a las medidas de seguridad que se han ido aplicando desde marzo y que siguen realizándose.
Además, Carpio, basado en la bibliografía revisada, explica que “la sociedad se encuentra ante una realidad preocupante por el aumento de la conflictividad social debido a la difícil situación económica que se avecina, más desahucios, más ERTES, más conflictos familiares, sumado a la saturación del sistema judicial y debido a ese colapso, se prevé un tsunami de demandas y litigios por lo que la mediación debe ser una alternativa de resolución de conflictos, ahora más que nunca”.
Necesidad de más difusión
Sobre los retos a los que se enfrenta la Mediación, los expertos que conocen bien este método extrajudicial como Ana Criado, presidenta de la Asociación Madrileña de Mediadores explicaba en nuestro blog que aún muchos abogados no habían entendido cómo funciona.
También es partidaria de intensificar la difusión de este método extrajudicial de cara que la sociedad lo conozca a fondo.
“Es clave que la mediación se perciba por los ciudadanos como una herramienta real y absolutamente eficaz para la resolución de todo tipo de problemas, más allá de la mediación en los conflictos internos de pareja o en el seno familiar, frente a la tan frecuente tradición de judicializar hasta el más mínimo asunto de nuestras vidas”, destaca.
De hecho, su aplicación en muchos ámbitos es notable, desde en la relación entre empresas donde surgen controversias , en conflictos hereditarios, en la escuela, en el plano de la convivencia comunitaria y vecinal, la llamada mediación penal y penitenciaria, en el ámbito de la gestión de salud, en conflictos transfronterizos o en los conflictos intergeneracionales”, añade.
Al final, de lo que se trata es de contar con buenos profesionales que sepan gestionar estos conflictos. Mediadores que conozcan las técnicas de mediación y que también puedan especializarse en áreas de actividad.
En este sentido, profesionales del ámbito de la empresa, los negocios internacionales, la salud o la educación pueden formarse actualmente en mediación como una forma de asentar y fortalecer su proyección profesional.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico
