El mundo de la abogacía constata una importancia cada vez mayor de la tecnología jurídica (77%) y una necesidad de hacer frente al creciente volumen y a la complejidad de la información (77%).
La encuesta “El abogado del futuro” de Wolters Kluwer proporciona una perspectiva única de las firmas y las asesorías jurídicas corporativas en este contexto. Su edición de 2020 se cerró en enero de 2020, justo antes de la plena expansión de la crisis en la mayor parte de los países europeos y en EE. UU.
Por su parte, la que se realizó en 2021 incluye la visión de 700 profesionales del Derecho de nueve países europeos y EE. UU. Se cerró en marzo de 2021, un año después del inicio de la crisis, en el momento en el que muchos profesionales empiezan a tener una mejor comprensión del impacto en sus organizaciones y de sus implicaciones futuras.
Los resultados de esta encuesta muestran claramente que la dinámica de transformación en la profesión jurídica se ha visto acelerada por la pandemia.
De forma abrumadora, las tendencias y prioridades ya existentes están ganando terreno.
La capacidad de utilizar la tecnología para garantizar el rendimiento ha pasado a ser más importante a medida que la pandemia ha trasladado a los profesionales fuera de la oficina hacia sus hogares, desde donde han interactuado en remoto con los clientes, los compañeros y los tribunales.
La crisis ha dejado claro que las soluciones tecnológicas son esenciales para la resiliencia del negocio y la prestación de servicios al cliente.
La encuesta también confirma que los profesionales consideran la transformación digital y la tecnología como un impulso clave para un mejor rendimiento, eficiencia y productividad, y que se va a mantener un mayor uso e inversión en soluciones tecnológicas.
Por su parte, las asesorías jurídicas corporativas, presionadas por cargas de trabajo más exigentes y limitaciones presupuestarias han recurrido a la tecnología para automatizar el trabajo y mejorar la productividad.
Cada vez más, también tratan de controlar los costes equilibrando los recursos de sus despachos: la pandemia puede haber ampliado el campo de juego jurídico. las asesorías jurídicas corporativas también esperan que sus despachos de abogados estén capacitados tecnológicamente; de hecho, lo están exigiendo.
Los despachos de abogados, presionados por obtener buenos resultados durante la crisis e impulsados por el cambio de las expectativas de los clientes, se han dado cuenta de la importancia cada vez mayor de la tecnología para mejorar los servicios de los clientes, así como las operaciones de los despachos, su productividad y su eficiencia. Informan de que están invirtiendo cada vez más en tecnología.
Los bufetes también se están centrando cada vez más en la especialización y en una mayor colaboración y transparencia con sus clientes, mientras tratan de fortalecer sus relaciones y proporcionar valor.
En el futuro, comprenderemos mejor de qué forma el impacto a corto plazo y las lecciones aprendidas se traducirán en un cambio a largo plazo, aunque existe una cosa segura: la transformación digital del sector ha alcanzado un nivel sin precedentes que se mantiene hoy en día.
En el pasado año, la tecnología supuso un salvavidas para la profesión jurídica, ya que ha servido para prestar servicio a los clientes, conectar con los compañeros e impulsar la eficiencia y la productividad.
A medida que el sector continúe recuperándose y surja una “nueva normalidad”, la tecnología será una fuerza impulsora. La pregunta que se hacen en este estudio es ¿Quién estará preparado para el futuro?
Tendencias generales
En general, un 36% o menos de los abogados afirman que su organización está muy preparada para mantenerse al ritmo de las tendencias más significativas que consideran que van a tener impacto en los próximos tres años.
Las dos nuevas tendencias más importantes citadas por los profesionales jurídicos con un mayor impacto en sus organizaciones durante los próximos tres años son: una importancia cada vez mayor de la tecnología jurídica (77%) y una necesidad de hacer frente al creciente volumen y a la complejidad de la información (77%).
A pesar de todo, únicamente el 33% dice que su organización está muy preparada para hacer frente a la importancia cada vez mayor de la tecnología jurídica y sólo un 32% están muy preparados para lidiar con el creciente volumen y la complejidad de la información.
El incremento de los Proveedores de Servicios Jurídicos Alternativos (ALSPs) es la tendencia que experimentó el mayor crecimiento desde 2020, registrando 6 puntos más: hasta un 74% en 2021. El enfrentamiento a un creciente volumen y una mayor complejidad de la información registró el segundo mayor incremento con un aumento de 5 puntos: hasta un 77%
Relación entre los clientes y los despachos de abogados
La diferencia entre las expectativas de las asesorías jurídicas corporativas y las capacidades y los servicios de los despachos de abogados se mantuvo en 2021. Los despachos no cumplieron las expectativas.
• Las asesorías jurídicas evaluaron las características más importantes para ellos al elegir un despacho y su funcionamiento. Menos de un tercio de los despachos cumplen de forma muy satisfactoria estas cinco características fundamentales:
– Confianza en el despacho para satisfacer nuestras necesidades.
– Especialización en los tipos de servicios que necesitamos.
– Uso de la tecnología para proporcionar los mejores servicios posibles.
– Demostración de eficiencia y productividad.
– Equipamiento de la plantilla con las herramientas adecuadas para desarrollar su trabajo.
La diferencia entre las capacidades de los despachos para cumplir las expectativas de los clientes tiene implicaciones en las tasas de satisfacción: el 51% de los abogados corporativos está más o menos 6 Informe sobre la encuesta El abogado del futuro 2021 Wolters Kluwer satisfecho con la relación con su despacho de abogados; únicamente el 30% está muy satisfecho.
Cada vez más asesorías jurídicas tienen previsto cambiar de despacho: el 24% de los abogados corporativos dice que es muy probable que cambien de despacho, en comparación con apenas el 13% en 2020.
En 2021, aumentó la importancia que los clientes daban al uso de la tecnología en los despachos de abogados, un incremento tecnológico muy significativo en relación con 2020 con el fin de impulsar la productividad/eficiencia y para proporcionar el mejor servicio posible.
En tres años, el 91% de las asesorías jurídicas tienen la intención de preguntar a los despachos sobre su uso de la tecnología (un incremento de 10 puntos en comparación con 2020).
Opinan los expertos
En este informe aparecen declaraciones de juristas y expertos vinculados al mundo jurídico y al sector tecnológico que reproducimos extractadas en este reportaje:
“Ha quedado claro que las fórmulas de trabajo presencial, en las que los equipos mantienen una interacción más “física”, ayudan en la formación, la creatividad, y en algunos tipos de trabajos al rendimiento global del equipo. El beneficio de este tipo de interacciones no los veo reemplazables actualmente en entornos como el jurídico en el que el intercambio del conocimiento de manera “informal” y espontánea es tan enriquecedor”.
“Las organizaciones hemos de hacer un análisis muy detallado de lo que ha funcionado y lo que no, cubrir las carencias descubiertas y continuar manteniendo la mentalidad de “risk management” permanente. Aprender estas lecciones, mantener un buen equipo humano, versátil y con capacidad de adaptación a las realidades cambiantes; inversión en eficiencia (productividad) y, sin duda, flexibilidad, son también factores que las organizaciones han de cuidar”, comenta José Perez, Director del Area de Tecnología e Innovación de Uría Menéndez.
Por su parte, Iñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados, resaltaba que “Entiendo que todas las áreas del sector legal van a estar afectadas, de una manera o de otra, por la disrupción, porque la innovación es necesaria. No obstante, aquellas áreas donde existen actuaciones más masivas (como por ejemplo litigios) seguro que estarán más afectadas por la disrupción de todo tipo, pero sobre todo tecnológica.”
En su opinión, “Las tecnologías relacionadas con la interactuación con los clientes (portales de conocimiento compartido, asuntos compartidos, información, etc..), van a ser absolutamente necesarias en el futuro”.
Por su parte, Rafael Madero CIo del despacho Perez-Llorca señalaba que “ los servicios legales más estándar serán sustituidos en gran medida por tecnología, aunque el trato humano, cercano y de confianza nunca será reemplazable. Creo que hoy mucha gente no consume servicios legales por miedo al coste y los trámites. Esta barrera desaparecerá con estos servicios web. Pero lejos de quitar trabajo al abogado, lo que habrá es más mercado”
Desde su punto de vista, “la ciberseguridad, la reingeniería continua de procesos y el project managemet, son disciplinas que han de entrar en un proceso de mejora continua”.
Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico